- En primer lugar, porque, en su mayoría son propietarios, no proletarios.
- Por tanto no tratan de ser grandes, sino libres.
- El capitalismo defiende la libre empresa, el liberalismo la propiedad privada.
- No es lo mismo. Si no, reparen en el carterista.
- El precio no es el único factor que define un buen servicio.
No es lo mismo capitalismo que liberalismo. Una de las diferencias es que el liberal defiende la propiedad privada mientras el capitalismo defiende la
empresa privada. ¿Es lo mismo? No, no lo es.
Chesterton lo aclaró con el ejemplo del carterista: un tipo que puede ser
partidario de la libre empresa y del libre comercio pero no de la propiedad privada.
El taxista es, además,
la mejor propiedad privada: la de la triple 'p' o
Pequeña Propiedad Privada (PPP). La mayoría de ellos son autónomos y los empresarios del taxi, salvo excepciones, no poseen muchas licencias.
UBER, por el contrario, tiende a ser una empresa grande con muchos trabajadores. Es decir, no busca propietarios sino proletarios. Y el propietario es más libre. Trabaja más pero trabaja para él.
¿Que UBER ofrece mejor precio? Puede,
y el precio es el único condicionante. La informática ha rebajado el precio de muchos servicios pero los ha deshumanizado y en ocasiones
ahorramos dinero y perdemos tiempo.
En definitiva, el taxista no trata de ser grande sino libre. Me quedo con los taxis.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com