Sr. Director:

El austero Gobierno de Pedro Sánchez (tan austero que ya ni caben en torno a la Mesa del Consejo de Ministros) pasará a la historia, además de por la política de tierra quemada que está dejando a su paso en todos los sentidos, por sus avanzadas posiciones progresistas y sus sabios consejos de vestuario climático. 

Pero especialmente será recordado por sus grandes hazañas en el ámbito del feminismo antiheteropatriarcal más audaz, consiguiendo para las mujeres unos logros nunca soñados antes de que Irene Montero y sus chicas gobernasen. Y es que, no solo pueden volver ya las mujeres solas y borrachas a casa, sino que superada la etapa presanchista que las sometía a estar en la cocina con la pata quebrada, también podrán ir a la playa desafiando la violencia estética que allí imperaba hasta ahora. Y eso, aunque gocen de un cuerpo no normativo ni se hayan depilado. ¡Por fin podremos ver a gordas en las playas: increíble!

Pero aun más... En un nuevo avance de progreso por el ahorro energético, también podrán regresar con las calles a oscuras. Parafraseando a la feministra Irene, cabe resumir todas estas conquistas en: «Sola, borracha, gorda y con las calles a oscuras quiero llegar a casa». Hermosas aspiraciones progresistas que justifican los gastos millonarios de todo un Ministerio de Igualdad.