Sr. Director:
Hay dos formas de obtener el poder: una de forma legal y otra ilegal; naturalmente el que lo consigue ilegalmente es un dictador. Ahora en España el poder se ha conseguido de forma legal, pero claramente de forma ilegítima. Vayamos por partes. Un gobernante que utiliza cualquier recurso, el que sea, para ocupar la Moncloa, no puede alardear de legitimidad. Si a eso añadimos que es la persona que menos votos ha obtenido en su partido las dos ocasiones que se presentó a elecciones, que tiene que ampararse y apoyarse en terroristas, independentistas y una ultraizquierda dependiente de Maduro o de Rouhaní, no parece que sea muy legítimo que nos gobierne.
Pero como está gobernando Sánchez, también lo puede hacer el tonto de mi pueblo; ahora anuncia gastar, pagar los servicios prestados y comprar el voto de las próximas elecciones con prestaciones y pensiones. Después ya vendrán los memos del PP que recortarán gastos y levantarán la economía que este señor dejará hecha un trapo con su política.
Hay algo todavía más grave que todo esto: la unidad y la integridad de nuestro país. Al tonto de mi pueblo no le importaría trocear el mapa español si después no le va a pasar nada. Pues eso. Quién tiene ese ansia de poder tan irrefrenable, ¿crees que le importa mucho lo que nos ocurra a los españoles? Ahí lo dejo.