Sr. Director:
La Iglesia coincide con la Organización Médica Colegial, que considera contrario a su código ético quitar la vida a un paciente, aun en el caso de que lo pida. No es verdad, por otra parte, que exista necesidad de una ley que introduce en el ordenamiento jurídico un principio muy peligroso, al hacer depender el valor de una vida de apreciaciones subjetivas.
Lo que la Iglesia echa en falta, al igual que los médicos, es una legislación estatal sobre cuidados paliativos. Está al alcance de la medicina evitar sufrimientos innecesarios, pero se necesita una ley que garantice el acceso a estos servicios. Dicho lo cual, Gil Tamayo, Secretario General de la CEE, advirtió que la CEE no es un agente político.
Los obispos seguirán ofreciendo criterios, pero la responsabilidad de actuar corresponde a los seglares.