La situación en la capital libia es una incógnita con la salida a la luz de Saif al Islam

 

El hijo del dictador afirma que Trípoli está bajo control del Ejército.

El Gobierno del coronel Gadafi parece que llega a su fin, sin embargo, no quiere morir sin luchar. Los enfrentamientos entre las tropas leales y los rebeldes han llegado a la capital y todo parecía indicar que en breve tiempo podría ser detenido el líder libio.

La detención de tres de sus hijos hacía presagiar una pronta caída. Pero uno de sus hijos, Mohammed, huyó de los que le apresaron y otro de los hijos supuestamente detenidos, apareció en la madrugada del lunes al martes en el hotel de los periodistas para mostrar que se encuentra libre y afirmar que la capital está bajo el control de las tropas leales. Aunque todo parece indicar que es un intento de animar a sus soldados, el final de la contienda se desconoce.

Pero mientras tanto, se trata de vislumbrar qué es lo que sucederá en el país. Y es que desde Occidente se teme que la expulsión del dictador libio pueda producir un efecto peor. Y es que hay miedo a que se haya echado a un sátrapa, pero se pone en el mando a un islamista radical. El ejemplo de lo que está sucediendo en Egipto es un claro ejemplo de lo que puede suceder.

Hasta entonces todos los jefes de Estado occidentales aplaudirán la detención de Gadafi, y ya habrá tiempo después para pensar si la llegada de los nuevos es un acierto o un error.

Andrés Velázquez

andres@hispanidad.com