Un estudio de las universidades de Comillas (jesuitas) y San Pablo CEU (Propagandistas, nombre muy poco académico) asegura que el filósofo más citado en la famosa asignatura de Educación para la Ciudadanía es Fernando Savater, mientras que los clásicos -gente más bien anticuada, como Aristóteles o Platón-, pasan inadvertidos.

Y esto es injusto. En verdad, don Fernando tiene muchas razones para ser catapultado como el filósofo de la modernidad. Su obra cumbre, "Ética para Amador", ha conseguido conectar con la juventud y la adolescencia españolas, con un éxito sin precedentes, sobre todo en ventas, que es como la modernidad, a la que luego nos referiremos, marca la diferencia entre lo transitorio y lo permanente, entre la medianía y el clásico. De filosofía habla poco, pero la conclusión del discente es que la verdadera ética consiste en hacer lo que te venga en gana en cada momento, según la formidable idea motriz de que la vida buena es la buena vida. Lo cual es muy cierto, siempre que se recuerde que el hombre es un animal prisionero del tiempo y del espacio y que experimenta de continuo un fenómeno llamado ritmo, por lo que, para que la vida buena se convierta en la buena vida, necesita comportarse como un ser racional, lo que, a su vez, exige ascesis, sacrificio y un montón de aprendizajes que hacen buena a la vida, pero no cómoda. Es más, si se impone la comodidad, la vida se convierte en desesperación. Y no es que Savater confunda la bondad con la comodidad: son sus lectores los que la confunden, pero debemos exonerar al autor de toda responsabilidad.

Desconocemos quién fue el cura que tan mal se comportó con don Fernando en su juventud, pero el caso es que el filósofo más citado en la asignatura más conocida del Zapatismo, no es muy partidario del Cristianismo. Así que, de inmediato, se ha dado por aludido en el Estudio y ha manifestado, no una pega, sino un montón de ella, porque es hombre facundo, dado a la argumentación sucesiva, que no reiterada, y sutilmente original.

Por ejemplo, de entrada nos ha dicho que la cumbre de la filosofía contemporánea -por ejemplo él- "ha superado a muchos de esos autores de la tradición cristiana".

Y esto una gran verdad: ¿Dónde vas a comparar a Platón o Aristóteles con Fernando, que ha creado un partido político y es un intelectual comprometido con su mensaje, y hasta con los réditos del mismo?

Claro que luego hay una cierta contradicción -sutileza, le llamaría yo-, más que nada porque Savater es hombre riguroso. Asegura que lo que ocurre los cristianos, Agustín de Hipona o Tomás de Aquino, han pretendido apoderarse de los clásicos -los clásicos antiguos, se entiende- y no lo han entendido porque, como dice nuestro vasco histórico y universal "Aristóteles y Platón son tan contrarios al Cristianismo como el resto de la modernidad".

Personalemtne comprendo a don Fernando. Su "Ética para Amador" representa una buena porción de ingresos, especialmente de los colegios católicos. Por lo demás, yo recomiendo como libro inspirador de Educación para la Ciudadanía, otro ‘best seller', en este caso de dos norteamericanos, titulado "Platón y un ornitorrinco entran en un bar", mucho más divertido que "Ética para Amador", y donde se explica la filosofía y hasta el sentido de la vida a través de chistes. De filosofía, se lo aseguro, van a aprender muy poco, pero los chistes son buenísimos.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com