Artur Mas, en su tardía comparecencia el día de las elecciones catalanas, no asumió con claridad la responsabilidad de la estrepitosa derrota que ha sufrido.
Derrota que ha supuesto un despilfarro al convocar unas elecciones innecesarias, derrota que ha debilitado a CiU y ha convertido a Esquerra en la gran protagonista de la política catalana.
Pienso que Artur Mas no puede seguir más tiempo al frente ni de la coalición ni del Gobierno de Cataluña. Cierto que el futuro gobierno de la Comunidad Autónoma pasa por sus siglas pero parece claro que no por su persona. En Convergencia y especialmente en Unió es la hora de los cambios.
Su liderazgo depende de la rapidez con la que se deshagan del discurso independentista, como en su momento hizo el PNV con Ibarretxe. Gobernar con el apoyo de Esquerra sería seguir perdiendo terreno a favor de su competencia directa.
También deberían tomar nota los socialistas que han perdido apoyo en beneficio de Ciudadanos por su coqueteo con el nacionalismo. En otro orden de cosas, los populares, en cualquier caso, tienen que hacer desde Madrid una propuesta creativa de modelo territorial y de financiación para recuperar a una parte de la sociedad catalana que no se reconoce en el actual marco institucional.
Jesús Martínez Madrid