- "La elección de un Papa dialogante y no europeo puede señalar el cambio que necesita la Iglesia", afirma El País.
- El Mundo: "Un Papa fuera de los moldes para renovar la Iglesia".
- Por su parte, el diario ABC habla de "un Papa para la nueva evangelización".
- La Razón: "Un Papa que reza español".
- La Vanguardia: "La labor que aguarda al Papa Francisco es enorme".
- El Periódico: "Un Papa inesperado que abre esperanza".
Para El País, es la primera vez en la historia que se elige a un jesuita y Bergoglio es el primer no europeo en casi 1.300 años. Su lengua materna, el español, es el primer idioma de la religión global, cuyo centro de gravedad se ha desplazado de Europa hacia América. "Tales novedades pueden interpretarse como el mensaje de renovación que tantos esperan para la Iglesia católica". "La sencillez y el estilo directo de su primer saludo anoche dan idea de un talante distinto".
La situación que afronta el primer pontífice jesuita y argentino de la historia es paradójica. Con un número de seguidores sin precedentes y más extendida que nunca, la Iglesia católica ha perdido influencia en el mundo moderno. Las tensiones son evidentes en el seno de la propia Iglesia y en relación con el mundo exterior", afirma este periódico.
El Mundo opina que "Bergoglio no era el preferido por la Curia ni los cardenales italianos. Todo indica que el bloque latinoamericano, cada vez más influyente en la Iglesia católica, ha logrado sacar adelante a su candidato, probablemente con apoyo anglosajón". La manera con la que Francisco se presentó ante el balcón vaticano "marca una importante ruptura con sus predecesores". Bergoglio puede dar algunos pasos a los que no se atrevió Benedicto XVI, que al final de su mandato lanzó abiertos mensajes de repudio a algunas actitudes de la Curia. El nombramiento de un jesuita no deja de ser una revolución interna en la Iglesia. "Jesuita y argentino, una gran sorpresa".
Por su parte, el diario ABC afirma que Bergoglio, ya Francisco I, "representa el nuevo rostro de la Iglesia católica, que tiene en Iberoamérica cerca de la mitad de los creyentes". Su trayectoria es intachable al frente de la Diócesis de Buenos Aires y se le atribuyen una austeridad de vida y una moderación de formas que fueron bien visibles cuando se asomó al balcón del Vaticano para saludar a las decenas de miles de fieles que lo aclamaban. Se intuye que impondrá una nueva forma de ver a la Iglesia católica, más servicial y humilde. Su labor pastoral en Argentina lo avala en el conocimiento de los problemas sociales, por los que siempre ha expresado una intensa preocupación". "Alejado de la Curia vaticana y sin relación alguna con los escándalos de abusos sexuales que han golpeado a la Iglesia en otras partes del mundo, Francisco I se presenta con la independencia necesaria para abordar la política reformista que habrá de implantar en aspectos sustanciales de la vida eclesial y vaticana".
El periódico La Razón subraya que con la elección del primer Pontífice hispanoamericano, el peso de la Iglesia que reza en español, casi el 42% del orbe católico, se ve justamente reconocido. Significa también que el eje medular de la Iglesia católica se desplaza desde la cansada y debilitada Europa hacia la joven y emergente Iberoamérica, en la que cabe incluir a la comunidad hispana en Estados Unidos, que ya supera los 50 millones.
Otra de las tradiciones que rompe la elección de Bergoglio es la de ser jesuita, con lo que "se envía un mensaje de equilibrio al resto de órdenes religiosas. "También rompe moldes el nuevo Papa al elegir el nombre de Francisco, un claro homenaje a los franciscanos y un bello gesto de quien, siendo jesuita, quiere abrazar por igual a otra de las grandes órdenes religiosas. "La vuelta a los carismas de más honda raigambre en la historia del catolicismo es un dato nada desdeñable". No hay que soslayar la dimensión humana y profundamente espiritual del papa Bergoglio, que por otra parte nunca se ha callado ante el poder político.
En cuanto a los rotativos catalanes, La Vanguardia señala que al elegir a su primer pontífice latinoamericano y al escoger para el cargo precisamente a Jorge Mario Bergoglio, la Iglesia muestra su sensibilidad ante un continente que se ha convertido en semillero mayor del catolicismo, al tiempo que honra su compromiso con los más necesitados. "La labor que aguarda a Francisco es enorme". La difusión de la fe en el marco de unas sociedades modernas progresivamente secularizadas será uno de sus retos prioritarios. Francisco deberá también calmar las aguas vaticanas, agitadas por el 'caso Vatileaks' y trabajar para fortalecer la unidad de la Iglesia.
Por su parte, El Periódico cree que el nombre elegido por este jesuita, Francisco, "es indicativo de su personalidad, la de la simplicidad, la humildad". Será un Papa que habrá vivido de cerca la realidad de la mayoría de los creyentes y que representa las enseñanzas evangélicas. "El futuro puede deparar mayores sorpresas cuando el nuevo papa se enfrente a la tarea imprescindible y urgente de reformar la curia y demás instituciones vaticanas".
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com