La oferta de TPG-British es tan rácana que supondría comprar Iberia con el dinero de Iberia. Un accionista la llegó a califica de "pirata". Tras hacerse públicos los resultados del primer semestre, todo el núcleo duro está convencido de que hay que replantearse la venta. No paralizan el proceso pero exigirán mucho más. Sin embargo, la compañía no ha renunciado a abrir negociaciones. El problema para pasar de opado a opador es que la mayoría de los posibles objetivos son menos rentables pero más grandes que Iberia

La presentación de los resultados de la compañía Iberia correspondientes al primer semestre ha sido como quitarse una venda de los ojos. Veamos, el fondo norteamericano TPG, aliado con British Airways, así como con vista capital (Santander) e Ibersuizas ofrecían –o casi ofrecían, pues la oferta era orientativa- 3,6 euros por acción. En definitiva, eso supondría valorar el 100 por 100 de Iberia en unos 3.800 millones de euros.

Pues bien, sólo en caja, liquidez utilizable, Iberia cerró el primer semestre del año con 2.211 millones de euros. Cuando se trata de compañías aéreas, los fondos suelen actuar con un apalancamiento de entre 3 y 5. Además de la liquidez, por 1.600 millones de euros más de lo que tenían en caja, TPG y British Airways habrían comprado la mejor compañía del mundo en cuota de mercado entre Europa e Iberoamérica, un grupo que posee más de 200 aeronaves, en beneficio y sin cuentas pendientes. Por ejemplo, British no tiene el pavoroso agujero del fondo de pensiones al que se enfrenta British Airways, su potencial comprador. Iberia cuneta con 22.000 empleados.

En otras palabras, si un mendigo acudiera a cualquier banco con un precontrato por el que se le vendía Iberia al precio que ofrece British y TPG, el banco le financiaría la operación sin dudarlo un instante. Y si se elevara la oferta… también.

La pregunta sigue siendo la misma, sólo que ahora es más acuciante que nunca. ¿Por qué? Esto es, ¿por qué vender Iberia? En Cajamadrid afirman que ellos, sencillamente, se están replanteando la operación, que ya no venden. Otros miembros del núcleo duro, como Altadis, BBVA o El Corte Inglés, no hablan, pero uno de ellos ha llegado a calificar la oferta de TPG como la propia de "un pirata". Oficialmente no se puede cerrar el proceso por dos razones: uno de los postores es British Airways, quien soñaba controlar Iberia con un 15% y, de paso, utiliza la adquisición para solucionar sus propios problemas. Pero British continúa siendo el propietario del 10% de la compañía. Por otro lado, la expectativa de compra ha elevado la cotización, y esta podría despeñarse de nuevo.

En resumen, a pesar de esa caída del caballo que ha supuesto el balance semestral, Iberia no cierra el proceso de venta, aunque endurecerá su postura. Queda la otra opción, la de pasar de opado a opador. Ahora bien, este es el problema de la antigua aerolínea de bandera española: es más rentable que sus pares europeos (Alitalia, Air France, British, Lufthansa) pero es más pequeña en bolsa. Por ejemplo, es el 45% de la alemana Lufthansa.

Eso sí, Iberia podría acceder a competidores de tamaño medio, especialmente en Europa del Este, o a reflotar compañías en quiebra técnica, como es el caso de Alitalia, Pero, para ello, los socios tienen que dar ese viraje y dejar de contemplar Iberia como una inversión financiera que busca su plusvalía. Lo que está claro es que con Iberia ha quedado en evidencia la tendencia de los socios españoles a hacer liquidez en cuanto una empresa marcha viento en popa así como el hecho de que Iberia, sin que nadie sepa quién es el responsable, ha estado a punto de regalarse a un fondo especulador, representado en España por Alfonso Cortina y apoyado por otro fondo de Emilio Botín, y de un competidor aprovechado.