Por su parte, Carme Chacón, que ha perdido la votación, para ser Secretaria general de su partido (PSOE), por tan solo 22 votos de diferencia (487-465), asumió el discurso de su rival para lograr el liderazgo del principal partido de la oposición asegurando que "no es porque nos hagan retroceder 30 años, sino que es que llevamos 30 años aguantando demasiado, ¡30 años aguantando demasiado, con todas sus consecuencias!".
La ex ministra socialista ha dicho "alto y claro", que quiere una España laica, "una sociedad libre de tutelas convencionales, con una separación clara entre la esfera pública y las creencias privadas. Un país en donde todas las religiones sean tratadas con respeto, pero ninguna con privilegio, un país donde ningún poder no democrático imponga su moral y su doctrina, ¡un país laico, compañeros, laico!"
Conviene recordar que la Constitución española no indica que España sea un país laico sino aconfesional. Y dictamina que los poderes públicos deberán tener en cuenta las creencias de los españoles al declarar en su artículo 16.3 que "ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones".
Lo paradójico es que mientras los dirigentes socialistas, cuando han gobernado, han impuesto sus dogmas ideológicos sin buscar ni intentar consenso alguno, niegan a la derecha la posibilidad siquiera de gobernar conforme a su programa electoral aun cuando es votado por mayoría absoluta y conforme a la Constitución. Es el concepto que el PSOE tiene de la democracia.
JD Mez Madrid