Lo que falla en el Banco Popular es el negocio: poco margen y mucha mora. Eso sí, la capitalización es alta y la cobertura de dudosos también. Y MAFO, cabreado con la banca por excesivo beneficio y escasos matrimonios.
Con la presentación de resultados de 2010 se cierra el ciclo de la tortura: la presentación de los resultados de los grandes bancos en 2010. Ya están todos... y ya han conseguido cabrear al gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez. MAFO pretendía una rebaja de beneficio del 20% en bancos y los banqueros sólo se han atrevido con el 5%.
Encima, tampoco le hacen caso en materia de fusiones. Exige el gobernador -y mira que le gusta exigir- tres grandes grupos bancarios, cuatro a lo sumo, y no hay manera. El viernes era el Banco Popular, de Ángel Ron, tercero del mapa bancario, quinto de todo el sector, quien se confesaba en público y, como todos los demás, con una cuenta de resultados manifiestamente mejorable. Lo cierto es que, dentro de la reconversión pretendida por el Banco de España, cabe la fusión -ya hablada por sus máximos responsables- entre Popular y Caixabank. Ron y Fainé se entienden, pero tienen enemigos. El principal, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, quien pretende un gran banco catalán, producto de la unión entre Caixa y Sabadell con CatalunyaCaixa como postre. Ello, entre otras cosas, para evitar el aliento en la nunca que siente José Oliú, aliento que procede de Bilbao -o de Madrid, si lo prefieren- en forma del BBVA. Fusión que apoya MAFO pero que no acaba de convencer a FG que sueña con cimas más altas.
La verdad es que Isidro Fainé tiene toda la razón en su oposición a Mas. Es absurdo fusionar Caixa y Sabadell porque lo que interesa es cubrir las zonas de sombra no cubiertas en España (un decir: Galicia) y expandirse en el exterior. Si encima, como pretende Artur Mas para jalear a su bancada nacionalista es que La Caixa y se une al Sabadell con, CatalunyaCaixa de postre, las duplicidades podrían alcanzar cotas peligrosas.
Vamos con los resultados del Popular. El grupo tiene un problema básico: el negocio. Veamos:
Buen ratio de eficiencia (el mejor) pero también el que más empeora (pasa de 29 a 35%). A pesar de que son los que tienen los costes más contenidos, apenas les suben el 1,6%. El problema es que el margen financiero y el operativo les caen mucho (13,1 y 14,6% respectivamente). De seguir así, tendrán los gastos más bajos del mundo pero sin ingresos.
En segundo lugar, buen ratio de solvencia. El core capital es muy alto (9,43%) y ha crecido mucho -desde el 8,57%- pero se han visto superados por el BBVA -que partió de 8 y ha alcanzado el 9,6%-.
La liquidez la han mejorado, como todas, pero el Popular sigue siendo el banco más expuesto a este riesgo, pues sus depósitos apenas cubren el 66% de sus préstamos. Eso sí, no dependen tanto de los mercados como otras entidades, pues apenas tienen 10.000 millones de euros en vencimientos, durante los dos próximos años. Su riesgo de liquidez se concreta en la retirada masiva de depósitos que puedan hacer sus clientes en un momento dado por lo que sufrirán mucho ante la competencia, vía precios, que se avecina.
La morosidad es alta, nada menos que el 5,27% -algo ajeno a la historia del Popu- pero con la cobertura, mucha más, que el resto del sector, un 95,7%. Vamos que está muy bien lo de ser conservador en solvencia pero también hay que ganar dinero.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com