La Junta General de Accionistas de Bankinter, celebrada a mediodía del jueves 21, ha sido la primera en la que se ha autorizado a los accionistas a votar por teléfono móvil. Es la primera entidad bancaria que ha optado por este novedoso sistema. Los resultados no han sido desde luego para tirar cohetes. El voto electrónico, tanto vía Internet como por móvil, tarda mucho tiempo en generalizarse. Así, tan solo 494 accionistas han optado por este sistema; representaban al 0,07% del capital. El voto por Internet, que ya tiene una pequeña historia, ha sido utilizado por 806 accionistas, propietarios del 0,33% del capital. La llamada telefónica sólo ha sido utilizada por 15 accionistas representantes del 0,01% del accionariado. Pues bien, el viejo correo postal, la carta, negro sobre blanco, ha sido utilizado por 6233 accionistas, que representaban nada menos que el 45% del capital total. Por el momento, lo presencial se impone a lo virtual
Como dice el presidente de la entidad en la que manda Jaime Botín, Lo nuestro es un banco diferente en un mundo de iguales. Y aún mejor es el lema con el que termina siempre su discurso en las asambleas anuales de la entidad: Busquemos lo que nos aleja de mediocridad y nos acerca a la excelencia.
Pero, por encima de las declaraciones, lo cierto es que el banco es muy innovador: Siendo presidente del Popular Luis Valls, reconocía que cuando Bankinter llegaba a una plaza, ellos se marchaban. Ahora bien, el más pequeño de los Botín es de esas personas a las que les gusta vivir peligrosamente. En otras palabras, Bankinter es un banco solvente y rentable, pero también muy especulativo. Ha sido esa entidad la que más ha participado en el siempre peligroso proceso de titulización financiera.
En la junta de Bankinter sólo hubo una pregunta (mejor, una felicitación) de un accionista y los votos negativos se contaban con los dedos. Ahora bien, bajo esa calmachicha ruge una cruda batalla por el control de la entidad entre Jaime Botín, que pose un 10% del capital, y el inversor indio Ram Bhawnani, que posee otro 10%. Las formas son caballerosas y, no en vano, Bhawnani ha delegado por segundo año consecutivo su voto en la presidencia. Pero la lucha es a muerte, especialmente desde que los hermanos Emilio y Jaime Botín separaron sus trayectorias profesionales. Jaime se dedica ahora exclusivamente a Bankinter y ha colocado allí a sus dos hijos Marcelino y Alfonso. Marcelino es ahora nuevo consejero de Bankinter y Alfonso se dedica a Cartival, sociedad instrumental de Jaime Botín para gestionar su participación en el accionariado.
Otro acuerdo aprobado por la Junta celebrada el jueves, que no puede pasar inadvertido, es la ratificación por otros cuatro años de Elías Masaveu Alonso del Campo, la familia asturiana que participa tanto en el accionariado del SCH como en el de Bankinter. La alianza entre estos dos clanes familiares se ha demostrado como una de las rocas más sólidas del panorama financiero español. Los Masaveu no quieren figurar en primera línea, a pesar de que algunos aseguran que su fortuna no es inferior a la de los Botín, sino que es superior
Elías Masaveu se lleva bien con las dos ramas de la familia Botín. Bhawnani, sin embargo, distingue entre los dos hermanos: por ejemplo, acude a las juntas del Santander y no las de Bankinter. A lo mejor es que para lo presencial le divierte más Santander que Madrid.