• Ya lo advidtió el primer ejecutivo de Telefónica, Álvarez Pallete: "no hay productos gratis. Si es gratis, es que tú eres el producto".
  • El consejero delegado de WhatsApp confirma el logro: Facebook ha incorporado ya 300 millones de usuarios desde que compró la empresa.
  • Pero no ha cambiado su política de privacidad y, por eso, puede acceder a todas las aplicaciones, agenda o mensajes.
  • ¿Se imaginan lo que pagarían las multinacionales por esa base de datos para vender más o canalizar la publicidad?

Cosas de la casualidad. La misma semana en la que el consejero delegado de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, lanzaba una acusación directa a WhatsApp por violar la privacidad y la seguridad en los datos, el consejero delegado de esta compañía, Jan Koum, anuncia en su perfil de Facebook (en la imagen), que ya ha superado los 900 millones de usuarios. Álvarez Pallete habló el lunes en Santander y Jan Kortum lo ha comunicado este viernes. Se lo explico de otro modo: lo anunciado por Koum quiere decir que WhatsApp dispone ya, a través de su servicio de mensajería instantánea, de los datos de 900 millones de personas, datos con los que en principio, eso dicen, no van a hacer nada, pero por los que pagarían un fortunón cualquier multinacional que se precie. Y tiene esos datos, no lo olviden, porque así consta en el contrato de privacidad que el usuario acepta cuando se da de alta en ese servicio. En ese contrato se autoriza a WhatsApp a acceder a todas las aplicaciones, agenda o mensajes en las que sustenta el prodigio que barrió del mapa a los SMS. Es verdad que todo eso conecta con otra batalla, la que mosquea a las operadoras de telecomunicaciones. Hablamos del dichoso debate sobre la neutralidad en la red, o lo que es lo mismo, para que me entiendan: utilizar la infraestructura de otros -en este caso las telecos- para dar un servicio que, encima, te cruje económicamente. El WhatsApp no sólo ha eliminado en la práctica los SMS; también ha recortado drásticamente el número de llamadas. A todo eso se refería el lunes el primer ejecutivo de Telefónica cuando dijo sobre Whatsapp que "no hay productos gratis. Si es gratis, es que tú eres el producto". Aviso a navegantes. Álvarez Pallete añadió a sus consideraciones otra observación no menos interesante: el trato de los reguladores, duros con las telecos, en este caso, y blandos con los parásitos de la Red. Y puso un ejemplo ilustrativo: la fusión de E-Plus con Telefónica Deutschland tardó un año en aprobarse, con todos los vistos necesarios, mientras que Facebook tardó sólo "tres semanas" en obtener el permiso para comprar WhatsApp, que "ahora nos hace la competencia en Alemania, en voz". Son los nuevos parásitos, que proliferan en el mundo online, que lo único que hacen es servirse de lo que otros han hecho y ofrecerlo de nuevo con distintos formatos. Pongan ahí a Uber, que no tiene ningún taxi, a Booking, que no tiene ningún hotel; a Blablacar, que no tiene ningún coche… o la mismísima Alibaba, el mayor centro logístico del mundo, pero sin inventario y con un valor en bolsa sorprendente. ¿Se imaginan lo que podría dar de sí, a efectos comerciales y de márketing la base de datos de WhatsApp, una de las mayores del mundo? De momento son los datos de 900 millones de personas. Y a eso añadan los datos que se seguirán sumando. Desde abril, la fiebre del WhatsApp ha incorporado a 100 millones usuarios nuevos. En 2017 podrían sumarse, por qué no, 500 millones más. Facebook, fundada por de Mark Zuckerberg, cerró la compra de WhatsApp en octubre de 2014 por nada más y nada menos que 19.567 millones de euros, un pastón. Y pagó 2.690 millones de euros más de lo que había previsto en febrero, cuando se anunció la operación. Desde entonces, WhatsApp ha sumado 300 millones de usuarios y ha puesto en marcha el servicio de llamadas de voz a través de la tecnología VoIP o Voz sobre IP. ¡Qué tiempos! Rafael Esparza rafael@hispanidad.com