La actualidad (la oferta lanzada por IFM) quita protagonismo a unos resultados anuales que no son buenos... por la pandemia
Casi un 44% se ha reducido el resultado de Naturgy durante este primer semestre de 2020, periodo en el que ha publicado beneficios por importe de 334 millones de euros. Si lo comparamos con el mismo resultado de igual periodo de 2019, en que publicó 592 millones de euros… vamos mal.
Todo el problema radica, como veremos después, en la caída de ingresos por culpa de la reducción del consumo energético… como consecuencia del periodo de confinamiento.
Esta es la primera presentación de resultados que podemos considerar post-Covid, o al menos la primera que refleja el impacto del gran confinamiento y los efectos de la pandemia en la economía. Pero este impacto y los efectos a los que aludimos son dos fenómenos distintos. El impacto debido al parón de la actividad económica incidirá cada vez que se pare la actividad, mientras que los efectos se prolongarán en el tiempo más allá del parón. Este año, las circunstancias en que se desarrolla cada trimestre serán distintas del anterior y la comparabilidad entre ellos muy difícil.
Eso sí, el equipo directivo ha sabido reducir aprovisionamientos para salvar la bajada de los ingresos
Los ingresos de Naturgy han caído en un 24% durante el periodo enero-junio de 2020 respecto de igual periodo del año 2019, si bien, como la correlativa caída de los aprovisionamientos lo ha hecho en casi un 30%, para la misma comparación de periodos, finalmente el margen bruto de la compañía sólo ha caído en un 11%. La reducción de los gastos que nos llevan del margen bruto al resultado bruto de explotación, o Ebitda, en un 5% no ha salvado a este último de una reducción del 14%, para la misma comparativa temporal.
A partir de aquí, la estabilidad de las amortizaciones, como debe ser en una compañía industrial, y un fuerte incremento de los deterioros de las cuentas a cobrar (hasta un 62% más en este primer semestre de 2020 si lo comparamos con el de 2019) explican la fuerte reducción del resultado con el que comenzábamos este artículo.
La capacidad de generar liquidez por parte del grupo se ha reducido en este primer semestre en un 43%, utilizando los mismos términos de comparación, en concordancia con la caída del resultado. Si se analiza esta capacidad por líneas: todo casa con lo que ha pasado en la cuenta de resultados. Mal está para una compañía que su flujo de caja caiga pero al menos la explicación no refleja una errada política financiera y de inversiones de la misma, sino el imponderable que ha supuesto la crisis del Covid-19 y sus efectos sobre la primera línea de la cuenta de resultados.
Pero sin ingresos, el mercado no perdona
Lo que sí se percibe en estos seis primeros meses es un incremento del endeudamiento a largo plazo para su atesoramiento, en línea con la política de aumento de liquidez que muchas compañías están realizando para pasar la travesía del desierto de la pandemia y aprovechando las facilidades que ha habido para ello. Estas oportunidades de obtener liquidez abundante y barata, están permitiendo además reducir los costes financieros de las compañías cuando parte de los fondos obtenidos se aplican a cancelar la deuda anterior, lo que está ayudando a sostener los márgenes que vienen tocados desde la primera línea de ingresos. En cualquier caso, Naturgy no ha visto casi alterada la composición de su financiación y presenta capacidad para hacer frente a la misma.
Realmente unos resultados sosos, como deben ser los de una compañía del sector energético y máxime en España dado el exceso de regulación de este mercado, que no permiten aún calibrar los efectos permanentes de la pandemia. El mercado, sesión del miércoles, bajista, no ha castigado duro los resultados de la compañía (a media sesión casi un 5,75% frente al 1,31% del Ibex).