El complicado mundo de la creación literaria, y los miedos ante el fracaso que atenazan a los autores, es abordado por el octogenario director Roman Polanski (oscarizado por El pianista) . Lo hace adaptando fielmente a la gran pantalla la enrevesada obra homónima de la francesa Delphine de Vigan.

Una escritora de éxito, Delphine, se encuentra en un momento delicado de su vida porque tiene que escribir una nueva novela y ha perdido la inspiración. En su vida se cruza Elle, una misteriosa joven que la comprende mejor que nadie, lo que conduce a Delphine a abrirle las puertas de su casa y de su existencia. ¿Pero quién es Elle en realidad?¿Le va a ayudar o pretende apropiarse de su vida?

La intensidad e inquietud van aumentado a medida que va saliendo a la luz el pasado oscuro de Elle, al mismo tiempo que refleja muy bien las inseguridades de Delphine, algo descolocada tras haber crecido sus hijos y haberse quedado sola en su hogar, aunque manteniendo una comprensiva relación amorosa con un conocido crítico literario. Es una muestra de suspense psicológico pero con un tono desasosegante, algunos afirmarían que incluso perverso, algo habitual en los films de Polanski,

Como ocurre en muchos thrillers no pueden describirse algunas claves importantes de este film, donde queda claro que realidad y ficción se parecen incluso demasiado, sin destripar datos fundamentales de la película, que atrapa, intriga y hace trampas. Sí, han leído bien, hay trampas en su desarrollo argumental, que “crujen” cuando han pasado unas horas y el espectador empieza a recordar algunas secuencias. Por el contrario, está muy bien reflejado el ambiente editorial y los admiradores de los escritores: la idea de rodar desde el punto de la autora los comentarios que éstos le hacen en la firma de libros está realmente conseguido. 

El cineasta polaco pone acento en el excelente duelo interpretativo de las dos actrices protagonistas sobre cuyo trabajo reposa toda película. Hablamos de una madura Emmanuelle Seigner, esposa en la vida real de Polanski y recordada por películas como La escafandra y la mariposa, y Eva Green, estupenda en El hogar de Miss peregrine para niños peculiares, a la que, por sus ojos “de loca”, le van como a nadie los papeles de villana.

Para: Los que sigan la trayectoria de Polanski