España continúa ‘haciendo el primo’ en materia de trenes y no sólo con los franceses, sino también con los italianos. Iryo celebra su primer aniversario circulando por nuestro país, al tiempo que se queja de los altos cánones que se pagan a Adif (a pesar de que sabía las condiciones antes de entrar) y quiere competir con Renfe también fuera de nuestras fronteras, en concreto, en la ruta entre París y Barcelona.

El AVE italo-español es propiedad de: Trenitalia (45%, aunque tiene planes de elevar dicha participación al 51% en un futuro), que es el principal operador ferroviario dentro de Italia y propiedad de la empresa estatal Ferrovie dello Stato; Air Nostrum -o sea, de los fundadores del IVI- (31%); y Globalvía (24%). Hace un año empezó a circular por las vías de nuestro país y ya acumula 5 millones de pasajeros en unos 16.000 servicios prestados, con una ocupación de sus 20 trenes (conocidos como ‘flechas rojas’) del 66%, como ha destacado su CEO, Simone Gorini. De esta forma, la cuota de mercado de Iryo asciende al 24%, con el 30% de las frecuencias, y opera ya 11 destinos con una plantilla de 533 personas.

Gorini ha señalado el interés por crecer y operar nuevas rutas (entre ellas, Galicia y Asturias), con el objetivo de llegar a la rentabilidad pronto. Claro que la entrada en más líneas supondría nuevas compras de trenes y se daría en caso de que bajen los cánones, una petición que el AVE francés Ouigo (el cual es propiedad del operador galo SNCF) también hace con demasiada frecuencia.

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Pero ojo, porque Iryo también está interesada en operar rutas internaciones, por ejemplo entre París y Barcelona, donde también competiría con Renfe. Recuerden que hace un año el operador ferroviario español le dio la bienvenida a Iryo, como en su día hizo con Ouigo, y que después de muchas dificultades, la ya exministra Raquel Sánchez (quien ha dado el testigo en Transportes a Óscar Puente) puede colgarse la medalla de haber iniciado la reciprocidad en materia ferroviaria con Francia porque Renfe ya viaja a Lyon y Marsella desde el pasado verano y llegará a París en el de 2024.

Eso sí, Gorini ha descartado que, por ahora, Iryo esté pensando en entrar en la liberalización de los servicios públicos ferroviarios (entre ellos, Cercanías) que empezará dentro de unos años.