Nos situamos en Santander, en la segunda sesión del curso organizado por la UIMP y la APIE, la Asociación de Periodistas de Información Económica. El contexto es relevante, porque después de escuchar a los dos Carlos (el ministro Cuerpo y el presidente de BBVA, Torres), felicitándose por la maravillosa trayectoria de la economía española bajo el mandato del amado líder, Pedro Sánchez, las palabras de Luis de Guindos han sonado a correctivo, a  baño de realidad.

El vicepresidente del BCE admitió que España crece más del doble que la media europea, pero hasta ahí las buenas noticias, porque los fundamentos de ese crecimiento no son los deseables. Para empezar, el consumo y la inversión todavía no han alcanzado los niveles pre-pandemia, y vamos camino del quinto año desde el cerrojazo impuesto durante 2020.

¿Cuál es, entonces, el fundamento del crecimiento del que tanto presume el ministro Cuerpo y el presidente del BBVA? El consumo público, principalmente, y un poco también el consumo exterior. En otras palabras, el crecimiento del PIB está dopado por el gasto público, es decir, por la deuda pública que se ha disparado desde que Pedro Sánchez habita en La Moncloa.

Otro factor prácticamente ignorado: el crecimiento de la población. Alrededor de un millón de personas más en los últimos dos años. Más gente trabajando que, efectivamente, provoca que crezca el PIB, pero nada más, porque la renta per cápita de Juan Español no sólo no ha aumentado, sino que cayó 11 puntos respecto a la media europea, en 2023. Vamos, que el PIB crece de manera natural por el aumento de la población, mientras cae la riqueza de los españoles. De ningún modo podemos estar satisfechos y mucho menos felicitar al Gobierno.

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Tampoco está justificada la euforia por el mercado de trabajo, un entusiasmo que Moncloa ha contagiado a todos -o casi todos- los presidentes y CEOs del IBEX. Guindos admitió un comportamiento muy positivo del empleo, peeeero, atención, tomen nota: el incremento de número de empleados es superior a las horas trabajadas, ergo, estamos repartiendo el mismo empleo entre varios trabajadores. No se crea empleo, sino que se reparte el mismo empleo entre más trabajadores. ¿Eso es positivo? No, pero le sirve al Gobierno y a la ministra Yolanda Díaz, para insistir en que estamos en el mejor momento de la historia en empleo, cuando en realidad España es el campeón en paro, no sólo de la eurozona, sino también de la OCDE.

Por cierto, ni Cuerpo, ni Torres ni Guindos citaron a la gran Yolanda, vicepresidenta segunda y ministra de Empleo y Economía Social. ¡Qué desconsideración más grande!

Otro asunto, para terminar: al número dos del BCE no le preocupa que el Banco de España esté sin gobernador durante unos meses, porque según él, la subgobernadora, Margarita Delgado, lo suple con creces. Lo que le preocupa es que no haya consenso entre el PSOE y el PP para nombrarlo. Lo más probable es que finalmente sea Moncloa la que lo nombre, sin ningún consenso. Se admiten apuestas.