Ni una palabra de agradecimiento del presidente de Samsung Electronics Iberia, Hoon Chung. Ni siquiera en un pie de foto, Samsung ha evitado mencionar a Celestino García en su Memoria de 2019, publicada este jueves, lo que no deja de ser significativo, porque fue el máximo ejecutivo de la firma para España y Portugal durante los últimos seis años.

García fue relevado en enero de este año, un movimiento que pilló por sorpresa a más de uno. Nada hacía presagiar una salida tan brusca. Lo cierto es que, después de unos ejercicios estancada, Samsung Electronics cerró 2019 con un beneficio de 28 millones de euros, un 8% superior al de un año antes. Los ingresos subieron un 1,7%, hasta los 1.735 millones y el Ebitda creció un 2,9%, hasta los 33,4 millones de euros.

En su Memoria, la filial del gigante surcoreano hace hincapié en su contribución fiscal: pagó 5,3 millones de impuesto de sociedades, 12 millones de IVA generado y 13,4 millones por el IRPF y las cotizaciones sociales. En total, pagó 30,7 millones en impuestos, que no está nada mal, sobre todo si lo comparamos con otras tecnológicas que venden mucho en nuestro país pero lo declaran fuera.