Con la caída del Estado Islámico en Irak, muchos cristianos que habían escapado de la llanura de Nínive han podido regresar a sus hogares. Son unas 40 mil personas. Según el nuncio del Papa en Irak, Mons. Alberto Ortega, la situación que se están encontrando es muy dura, informa Rome Reports.

“Todavía queda mucho por hacer, mucho por reconstruir. Las casas estaban dañadas o quemadas o destruidas. Todavía queda mucho por hacer. Pero ya casi la mitad, en algunos sitios, casi la mitad de los cristianos que habían dejado sus casas, han podido regresar”, ha explicado el nuncio del Papa en Irak

El nuncio afirma que estos cristianos están dando un gran ejemplo como promotores de perdón y reconciliación

El nuncio dice que estos cristianos están dando un gran ejemplo como promotores de perdón y reconciliación, que es lo que más necesita el país para retomar la estabilidad. Y recuerda la historia de una familia cristiana que cuando regresó a casa encontró que dentro vivían otras personas.

“La casa, pues, había sido ocupada por los musulmanes, una familia con muchos hijos, con mucha necesidad. Entonces, esta persona dijo: os podéis quedar por ahora, no voy a regresar todavía. Os hace falta la casa y la dejo para que sigáis. Los musulmanes estaban conmovidos, le abrazaron y le dieron las gracias”, ha añadido Mons. Alberto Ortega.

El representante del Papa recuerda que muchos cristianos rezaban por las personas que les habían perseguido, y que ahora muchos musulmanes que vieron lo ocurrido quedaron removidos.

El representante del Papa recuerda que muchos musulmanes que vieron lo ocurrido quedaron removidos

“Es un ejemplo precioso y los mismos musulmanes preguntan, los hemos echado, los hemos tratado mal y ahora que tenemos necesidad nos ayudan. Es un testimonio precioso de la victoria del amor y del perdón sobre la guerra y la violencia”, ha añadido el nuncio del Papa en Irak.

Después de unos días de trabajo en Roma, regresa a Bagdad con un mensaje del Papa, que reza todos los días por los cristianos de Irak, también para que sigan en su tierra, pues un Oriente Medio sin cristianos seria una realidad distinta.