La controvertida reforma de las pensiones en Francia, una promesa electoral que hizo Emmanuel Macron antes de llegar al poder en 2017, busca crear un sistema universal por puntos que elimine los regímenes especiales que existen actualmente según la profesión, explica El Universal.

Este sistema universal, por puntos, instauraría reglas comunes en el cálculo de las pensiones en las que todos los trabajadores gozarían de los mismos derechos a la hora de jubilarse.

Este sistema universal, por puntos, instauraría reglas comunes en el cálculo de las pensiones en las que todos los trabajadores gozarían de los mismos derechos a la hora de jubilarse

Se pondría así un fin a la regla de cálculo de las pensiones en base a los 25 mejores años para los empleados del sector privado y de los 6 últimos meses para los funcionarios públicos.

Para el gobierno, se trata de un sistema "más justo y simple". Pero los sindicatos temen en cambio que el nuevo sistema atrase la jubilación, actualmente de 62 años, y disminuya el nivel de las pensiones.

Actualmente en Francia existen varios sistemas de pensiones. Paralelamente al sistema general, que cubre al 68,4% de la población activa, existe un régimen para los funcionarios públicos y 42 regímenes especiales organizados por profesión.

Estos últimos incluyen a los trabajadores de la empresa de ferrocarriles públicos (SNCF) y la red de transportes parisinos (RATP) -en primera línea contra la reforma-, a los empleados de las industrias energéticas, la Ópera de París, la Comedia Francesa, los notarios, el Banco de Francia y los marinos, entre otros.

Estos regímenes tienen condiciones específicas y a menudo ventajosas

Estos regímenes tienen condiciones específicas y a menudo ventajosas. Por ejemplo, los empleados de las industrias energéticas se jubilan en promedio a los 58,9 años, mientras que los conductores y agentes de mantenimiento de la RATP pueden hacerlo a partir de los 50 años.

No obstante, la jubilación anticipada conlleva normalmente un recorte en las pensiones por lo que muchos agentes optan por trabajar más años para recibir una pensión completa.

Algunos de estos regímenes excepcionales fueron creados para compensar la naturaleza riesgosa o desgastante en ciertas profesiones y atraer a trabajadores.

El sistema "universal" deseado por Macron hará desaparecer progresivamente los regímenes especiales, pero subsistirán algunas excepciones.

Se mantendrán las "jubilaciones anticipadas" para los militares, que podrán beneficiar de puntos suplementarios, y para los funcionarios que cumplen tareas peligrosas en el caso de sus misiones, como los policías.

Asimismo, para intentar responder a las inquietudes de la población, el gobierno ha anticipado que tomará en cuenta las "situaciones específicas" de quienes hayan comenzado a trabajar a edad temprana y la naturaleza desgastante de algunas profesiones.

También sigue en debate determinar la generación a partir de la cual se comenzará a aplicar la reforma

El presidente Macron prometió que mantendrá la edad legal de jubilación en 62 años. Esta pasó de 60 a 62 en 2010. Pero sigue siendo inferior a la de España (65 años), México (65 años) o Alemania (67 años).

No obstante, el gobierno contempla avanzar esta edad posiblemente hasta los 64 años para la generación nacida en 1963, para recibir una pensión completa, tomando en cuenta el "aumento de la esperanza de vida".

Antes de esa edad -que aún está en debate - los trabajadores podrían jubilarse pero ganarían menos. Igualmente, si trabajan más allá de esa edad llamada de "equilibrio" recibirían una pensión más alta.

También sigue en debate determinar la generación a partir de la cual se comenzará a aplicar la reforma.

¿Cómo funciona el sistema de pensiones en España?

Según explica Bancosantander, al llegar a la edad de jubilación (en la actualidad, los 65 años), todas aquellas personas que hayan estado incluidas en el sistema de la Seguridad Social y acrediten haber cumplido un período de cotización mínimo, tienen derecho a recibir una pensión de jubilación contributiva. La cuantía de esta renta dependerá de las bases por las que haya cotizado los últimos años de vida laboral (en 2019, las bases de los últimos 22 años). Es decir, podrán obtener una pensión de jubilación los trabajadores que cumplan las siguientes condiciones:

Alta: haber estado afiliados a la Seguridad Social y dados de alta en alguno de sus regímenes: régimen general, régimen especial de trabajadores por cuenta propia o autónomos, régimen especial de trabajadores del mar, o régimen especial de los funcionarios públicos (civiles o militares).

Edad: como norma general, se exige haber cumplido los 65 años, aunque hay excepciones en las que la jubilación puede producirse antes, como en caso de jubilación anticipada (con 60 años o incluso menos), o jubilación parcial (tras cumplir los 60), o después de esa edad, como en la jubilación flexible. La reforma del sistema de pensiones aprobada en 2013 acordó retrasar la edad de jubilación a los 67 años para 2027, añade Bancosantander.

Periodo de cotización: para cobrar la pensión contributiva mínima, el periodo mínimo de cotización exigido es de 15 años, de los cuales, al menos dos, deben estar comprendidos dentro de los 15 inmediatamente anteriores al momento de causar el derecho.

La fuente básica y principal de financiación del sistema público de pensiones en España es la cotización en forma de cuota que pagan los empresarios y trabajadores de los distintos regímenes que componen el sistema de la Seguridad Social. Según el régimen, variará la forma y la cuantía a pagar de las cuotas obligatorias. Lo que sí es constante es que a mayor salario, se pagará una mayor cuota y se recibirá una mejor pensión en el futuro.

La técnica financiera que aplica la Seguridad Social para pagar las pensiones es el reparto. Se defiende que esta técnica es la que mejor se adecua al sistema de Seguridad Social pues permite plasmar los principios de solidaridad financiera y de igualdad: cada generación soporta sus riesgos actuales y los de las generaciones pasadas, a cambio de que los suyos futuros sean soportados por las generaciones venideras. Este método supone la distribución inmediata de las cotizaciones e ingresos de la Seguridad Social en forma de prestaciones; así, los trabajadores en activo sufragan las pensiones de los trabajadores jubilados y el resto de pensiones contributivas, añade Bancosantander.

Pero el sistema de reparto no está exento de desafíos, el más claro, su sostenibilidad en el futuro. Con una esperanza de vida cada vez mayor (83 años de media en 2017, según el INE) y una tasa de natalidad muy baja (8,41 nacimientos por cada mil habitantes en 2017), se presenta un escenario en el que cada vez habrá menos trabajadores, que tendrán que financiar las pensiones de un colectivo de población jubilada más amplio y durante más años. De hecho, España cerró 2018 con 2,28 afiliados por pensionista, recuperándose esta proporción ligeramente con respecto a 2017, año en que se alcanzó la cifra más baja desde 1999 (2,23). Se considera que la ratio mínima para garantizar la sostenibilidad financiera del sistema es de dos cotizantes por jubilado, concluye esta web.