• Supone el 0,5% del beneficio distribuido.
  • Ángel Ron rompe así con la tradición inaugurada por Luis Valls, tras las presiones del sistema financiero internacional.
  • Lo políticamente correcto es decir que hay que pagar a los consejeros para que trabajen.
  • Según Valls, si los consejeros no cobraban pero compraban acciones, trabajarían más.
  • Ron cobró 1,8 millones de euros en 2014, 300.000 euros más que en 2013.

Fue bonito mientras duró. El Popular, desde la época de Luis Valls, era el único banco en España -y probablemente del mundo- que no retribuía a sus consejeros no ejecutivos. De hecho, el mayor logro de Valls no fue convertir al Popular en el banco más rentable del mundo, sino terminar con la participación en beneficios de los consejeros. Es más, consiguió que renunciaran a ella voluntariamente, y destinó ese dinero a obra social.

Cuando Ángel Ron (en la imagen) accedió a la presidencia de la entidad, en 2004, mantuvo esta política, tachada de políticamente incorrecta en los códigos de buen gobierno. Y lo ha mantenido hasta ahora. Tal y como adelantó Hispanidad, a partir de 2015 los consejeros no ejecutivos del banco cobrarán. No mucho, pero cobrarán.

Concretamente, el consejo de administración repartirá entre sus 15 miembros, la cantidad de 2,5 millones de euros, según ha informado este viernes la entidad a la CNMV. Esto es, el 0,5% del beneficio distribuido de la entidad, que asciende a 477 millones. No es mucho. El BBVA, por ejemplo, cuyo consejo de administración, al igual que el del Popular -15 miembros, de los que sólo tres son ejecutivos-, repartirá 15,4 millones de euros, es decir, el 2,15% del beneficio distribuido. La diferencia es significativa.

En cualquier caso, Ron ha cedido finalmente -más o menos obligado- a las presiones del sistema financiero internacional. Y es que lo políticamente correcto es decir que hay que pagar a los consejeros para que trabajen. ¡Qué inmenso error! Lo que se consigue pagando a los consejeros independientes no es que trabajen más, sino que digan 'sí', y sin rechistar, a las propuestas del presidente. Está en juego algo tan preciado como el sueldo. Y no está el horno para bollos.

No, lo que habría que hacer es lo que decía Valls. En lugar de cobrar, los consejeros deberían comprar acciones del banco. Entonces sí que trabajarían a favor de los accionistas y no dudarían en vetar cualquier decisión del presidente que pusiera en peligro a la entidad.

Todo eso, en cuanto a la remuneración de los consejeros no ejecutivos. Evidentemente, el tratamiento de los ejecutivos es distinto. Así, la remuneración de Ron en 2014 fue de 1,8 millones de euros, a lo que hay que sumar otro millón adicional que recibió como aportación al plan de pensiones, que cuenta con un acumulado de 7,8 millones, según ha informado el banco este viernes a la CNMV.

Por su parte, el consejero delegado, Francisco Gómez, ganó algo más de un millón de euros, a los que ha sumado cerca de 900.000 euros como aportación al plan de pensiones. Y el tercer consejero ejecutivo, Francisco Aparicio, cobró 747.000 euros y una aportación al plan de pensiones de 649.000 euros.

Pablo Ferrer

pablo@hispanidad.com