Sr. Director: La salida del juez Ruz de la Audiencia Nacional no será la mejor. Su obsesión por imputar un imposible delito fiscal al PP por las donaciones recibidas en 2008 le ha hecho tomar decisiones inexplicables. Y así, después de que los peritos de Hacienda corroboraran dos veces que los populares no tenían obligación tributaria, solventaron el tercer requerimiento de Ruz con unas líneas en las que le afeaban que buscara un dictamen predeterminado. El juez no podrá acusar al PP, salvo que quiera dejarse más jirones de credibilidad. Finalmente ha tenido que desistir. Jaume Catalán Díaz