Sr. Director: Pese a las dudas que algunos están intentando sembrar, el Estado de Derecho funciona en España, y no se puede vulnerar sin caer bajo el peso de la ley. Es algo que aparentan no reconocer los impulsores de proceso secesionista en Cataluña, tan hábiles a la hora de diseñar escenarios virtuales, aunque contradigan la legalidad y den la espalda a la cruda realidad jurídica, política y social. Uno de los principales argumentos del separatismo, al que parecen abrazarse ciegamente sus seguidores, es que una vez alcanzada la independencia, Cataluña no dejaría de ser miembro de la Unión Europa, debido a su peso económico. Los portavoces europeos no han dejado de reiterar que ninguna región que se desgaje de un país miembro tiene cabida en la Unión, nacida precisamente con una vocación unitaria y contraria a los nacionalismos. Pero sería clarificadora una declaración del Consejo y el Parlamento europeo en la que se rechace de raíz todo intento separatista en un país miembro, sin posibilidad alguna de interpretación en sentido contrario. José Morales Martín