En su recta final como presidente de los Estados Unidos, el más desastroso presidente de las últimas décadas, Barack Obama (en la imagen) ha rumiado su rencores. Nunca ha perdonado a Bill Clinton su famosa frase cuando ganó las primarias a Hillary: "Hace 20 años éste nos estaría sirviendo el té". Pero los progres son muy listos así que Obama se empeñó en que Hillary se convirtiera en su secretaria de Estado: cuanto más cerca del peligro más lejos del daño. Pero ahora es distinto: Obama es un pato cojo que quiere pasar a la historia como un buen presidente (tarea realmente ardua y compleja). Y entonces, el resentido Obama asegura que esos chicos, los Clinton, ganan demasiado dinero por su condición de ex, sobre todo dando conferencias y recolectando fondos a través de fundaciones. Vamos, que él está con los pobres mientras Hillary es la candidata de los ricos. Y ambas cosas son falsas: Hillary representa a la ideología de género y Obama representa al Nuevo Orden Mundial (NOM) en su totalidad manifiesta: ideología de género, homosexualismo, cesión ante el islam, capitalismo financista, etc. Hispanidad redaccion@hispanidad.com