Amazon ya no sólo fastidia al pequeño comercio, al mediano y al grande, fagocitando el comercio electrónico y poniendo tiendas físicas (aunque en estas acabe fracasando), sino también al empleo. Y es que la precariedad laboral que sufren los trabajadores de sus almacenes y los repartidores, no sus ingenieros, seguirá creciendo porque ahora prevé relevar a gran parte ¡por robots!
El gigante estadounidense de comercio electrónico quiere evitar contratar más de 600.000 trabajadores hasta 2033 en EEUU con robots, según una investigación realizada por The New York Times. Una medida con la que ahorraría en costes (en concreto, unos 26 céntimos de euro por artículo)… y que probablemente se acabaría extendiendo a otros países en los que está presente.
Amazon emplea a casi 1,2 millones de personas en EEUU, más del triple de lo que tenía en 2018, pero olvida que también ha disparado ingresos y beneficios… y su capitalización bursátil (la cual supera los 2 billones de dólares). Además, su fundador y presidente ejecutivo, el progre Jeff Bezos figura entre los primeros multimillonarios del mundo.
A cargo de la gestión del día a día de Amazon está otro progre, Andy Jassy, que ocupa la silla de CEO y sigue la estrategia de Bezos. Un cuasi monopolio mundial que ahora aspira a automatizar el 75% de sus operaciones en los almacenes... para ofrecer entregas superrápidas. Y ojo, al mismo tiempo, ha lanzado unas gafas inteligentes para sus repartidores, con el fin de facilitarles su trabajo, o sea, que lo hagan más rápido, porque podrán acceder con sólo mirar a través de dichas gafas a la información sobre los pedidos y la gestión de la entrega de los paquetes. ¡Olé y olé!
Claro que ahora mismo los mayores retos de Amazon están en la competencia en streaming y en la oferta de contenidos -entre los que han cobrado mucha importancia los deportivos (entre ellos, el fútbol)- y en la sociedad cada vez más frágil con tanta digitalización. Esto último se vio hace unos días con la caída mundial de su nube -Amazon Web Services (AWS)-.
Y por cierto, esto último no lo ha pasado por alto la exmujer de Bezos, la empresaria y filántropa MacKenzie Scott, ha vendido casi la mitad de las acciones que tenía en Amazon, en concreto un 42% de las mismas, y ya sólo tiene 81,1 millones de acciones, cuyo valor asciende a unos 15.437 millones de euros.