Este martes, Naturgy se mueve en rojo en bolsa, registrando la segunda mayor bajada dentro del Ibex 35 (el índice sube apenas un 0,2%), tras la que afronta Solaria. Así ha reaccionado después de una nueva colocación acelerada de acciones (ahora del 3,5% del capital)… y hacerlo también ¡con descuento!, como hace poco más de dos meses.
La bajada de la cotización de la energética que dirige Francisco Reynés ha sido del 3,56% al mediodía, situándose en unos 25,98 euros. De esta forma, se ha ido acercando al precio de venta del 3,5% del capital, que ha sido de 25,90 euros, el mismo al que colocó el 5,5% el pasado agosto. En ambas ventas de acciones ha habido descuento: en la última, ha sido del 3,9% respecto al cierre de la cotización del día anterior; y en la de agosto, fue del 7,1%.
Al mismo tiempo, cabe referir que en estas dos colocaciones el precio ha sido inferior al de la auto-OPA (26,5 euros) que realizó el pasado junio... por el reparto de un primer dividendo de 0,60 euros. Claro que para la energética ha merecido la pena porque ya ha logrado elevar el free-float al 18,7% y se acerca al objetivo de la autoOPA de alcanzar un free-float del 19,6% antes de 2027, aumentando la liquidez del valor y también está más próxima la vuelta a los índices MSCI (uno de los principales índices bursátiles internacionales, cuya próxima revisión tendrá lugar en noviembre).
En la última colocación, Naturgy ha vendido el 3,5% del capital (34,1 millones de acciones) entre inversores institucionales por 883 millones de euros. Tras esto, la energética mantendrá en autocartera el 0,94% del capital.
En cualquier caso, la bajada de la cotización de la energética se debe a un aspecto puntual para ajustarse al precio de la última venta de acciones. No hay que olvidar que la trayectoria en el parqué es bastante positiva: se revaloriza un 10,69% en el último año y un 8,84% en lo que va de 2025. Esto último habrá contentado a los fondos de inversión presentes en su accionariado (CVC, BlackRock -que se hizo con la participación de GIP- e IFM), los cuales suponen el verdadero quebradero de cabeza de la compañía. Por ahora, están tranquilos, pero nunca se puede alzar las campanas al vuelo...