Enel tiene un problema de apalancamiento, al igual que su filial española, Endesa, ya que en el primer trimestre ha engordado su elevada deuda neta, pese a disparar ingresos y elevar Ebitda. Eso sí, ha desmentido los llamados ‘beneficios caídos del cielo’ con datos, porque ya tiene el 100% de la producción de energía vendida a plazo este año y casi el 100% de la misma los dos próximos.

La energética italiana, propiedad en un 30% del Estado italiano y dueña del 70% de Endesa, ha aumentado su deuda financiera neta en los tres primeros meses del año, pasando de casi 52.000 millones de euros que tenía al cierre de 2021 a 59.130 millones. Y se va acercando a deber más de lo que vale en bolsa: su capitalización bursátil se sitúa en unos 62.000 millones. Algo que parece no gustar a los inversores, porque este jueves, la cotización baja un 1,5%. 

El negocio que más ingresos aporta sigue siendo la generación térmica, con 17.437 millones, 2,5 veces superiores a los de hace un año; mientras la filial de renovables (Enel Green Power) sólo contribuye con 2.131 millones (+9%)

Todo ello, a pesar de que ha disparado un 89% los ingresos, hasta 34.958 millones, un ritmo de crecimiento muy superior al mostrado en el conjunto de 2021 (+33,8%), y si continúa así en los próximos trimestres, quizá este año podría superar los 88.300 millones facturados en 2021. Claro que a pesar de la apuesta por las renovables, el negocio que más ingresos aporta sigue siendo la generación térmica, con 17.437 millones, 2,5 veces superiores a los de hace un año; seguida de la rama de mercados finalistas, con 16.000 millones (+93,8%). Mientras que la división de redes e infraestructura ha aportado 5.056 millones (+8,6%); la filial de renovables (Enel Green Power), 2.131 millones (+9%); y la de productos y servicios de transformación de energía (Enel X), 695 millones, más del doble que hace un año.

Enel ha logrado un beneficio neto de 1.430 millones hasta marzo, un 21,6% superior al de hace un año y manteniendo el ritmo mostrado en el conjunto de 2021 (+22%). Por su parte, el resultado bruto de explotación (Ebitda) ha crecido un 7,6%, a 4.446 millones, por la mayor producción de fuentes convencionales, la efectos positivos de la capacidad renovable instalada y la gestión de riesgo de precios de materias primas; y el resultado neto de explotación (Ebit) ha ascendido a 2.679 millones (+4,4%).

Aplica el ‘esquema Villalonga’ , bajo el principio infundado y anglosajón de que la suma de las partes valen más que el todo: escindió el área de movilidad eléctrica de Endesa de su matriz, Endesa X, y ahora ha comprado el 51% de dicha área. Y es que ha creado una nueva empresa (Enel X Way) que aglutina la movilidad eléctrica

Las cifras reflejan un desmentido a los llamados ‘beneficios caídos del cielo’, porque ya tiene el 100% de la producción de energía vendida a plazo este año y casi el 100% de la misma los dos próximos, en Italia, Iberia (España y Portugal), Brasil, Chile, Colombia y Perú, como se puede ver en la imagen y en la página 28 de la presentación adjunta. Y recuerden que el CEO de Enel y vicepresidente de Endesa -cargo en el que ha sido recientemente reelegido-, Francesco Starace, ya respondió a Yolanda Díaz señalando que no temía un impuesto a las ganancias extra. Además, esos datos reflejan el motivo de que al CEO de Endesa, José Bogas, no le gustara la propuesta ibérica de topar el precio del gas en 30 euros, porque era “menor al precio normal de los contratos a largo plazo”, quien además ha cifrado que este gran éxito político de Teresa Ribera nos va a costar más de 6.000 millones anuales... Y que ojo, más que éxito, es otro fraude y ‘chispazo’ del Sanchismo porque creará un nuevo déficit de tarifa millonario... y elevará la factura de los clientes del mercado libre (dos tercios del total de consumidores). ¡Ole!

Paralelamente, Enel continúa aprovechándose de Endesa. A los jugosos dividendos, suma la compra del 51% de la filial de movilidad eléctrica de esta última por 122,4 millones. La energética italiana ha apostado por aplicar el ‘esquema Villalonga’ (el mismo que Juan Villalonga puso en marcha cuando presidía Telefónica, bajo el principio infundado y anglosajón de que la suma de las partes valen más que el todo): escindió el área de movilidad eléctrica de Endesa de su matriz, Endesa X, y ahora ha comprado el 51% de dicha área. Y es que ha creado una nueva empresa (Enel X Way) que aglutina los servicios y productos relacionados con la movilidad eléctrica, con el fin de poner en valor dicha área de negocio y facilitar la entrada de nuevos inversores, aunque tampoco descarta la posibilidad de sacarla a bolsa.