En este contexto de crisis mundial del automóvil, el sector en España llevaba tiempo reclamado una propuesta estratégica para asegurar su futuro industrial y se ha presentado este miércoles: el Plan España Auto 2030. “Tenemos que pisar el acelerador del coche eléctrico”, ha señalado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y para ello ha anunciado 400 millones de euros en nuevas ayudas a la compra que gestionará el Gobierno central y no las comunidades autónomas, como sucedía hasta ahora con el Plan Moves.

Estos 400 millones en ayudas directas estarán recogidos en el Plan Auto+, pero la cifra es igual a la dotación que ha tenido el Moves III en 2025 y cuyos fondos se han agotado en muchas comunidades autónomas antes de que acabe el año. También se lanzará un nuevo Moves Corredores, con 300 millones, para desplegar puntos de recarga en “zonas sombra”, según Sánchez, de muchas carreteras que no tienen los necesarios; y habrá otros 580 millones (procedentes de los fondos europeos) para el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica del Vehículo Eléctrico y Conectado (PERTE VEC).

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Claro que con el apoyo al sector del automóvil, Sánchez y Sara Aagesen buscan algo más: combatir la desinformación y la emergencia climática. La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico no ha perdido la ocasión de ponerse catastrofista y de pedir “no retrasar la acción ni jugar a no actuar” en la descarbonización ante el reto del cambio climático, que avanza, como se ve en el aumento de la temperatura, porque “cada décima de grado cuenta”. También ha aludido a “la amenaza de la desinformación” al respecto. Por su parte, Pedro Sánchez ha hablado de “la pureza del aire” y del “combate contra la desinformación por convicción moral para no dar marcha atrás en una realidad que la ciencia constata, la de la emergencia climática”. Pero, ¿no estaban en un acto para presentar un plan del sector del automóvil? Una vez más, se han mostrado cansinos al mencionar la desinformación y la emergencia climática...

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Volvamos a lo que de verdad importa a un sector que genera 1,9 millones de empleos directos e indirectos, así como un valor añadido bruto de unos 85.000 millones de euros en la cadena de valor. El Plan Auto 2030 busca que nuestro país no pierda peso (ahora es el segundo fabricante automovilístico europeo y el noveno del mundo, y es el cuarto productor de componentes más grande de Europa) y que se trasforme mediante una apuesta por reindustrializarse, fortalecer la cadena de valor y acelerar la movilidad eléctrica manteniendo empleo y competitividad. En la elaboración del plan ha participado todo el ecosistema del sector (asociaciones, empresas, clústeres de componentes, energéticas, distribuidores, etc.), comunidades autónomas, agentes sociales y todos los actores implicados en su transformación, y se ha contado con la colaboración del Ministerio de Industria que lidera Jordi Hereu. Este último ha señalado que se ha presentado un plan que atañe a “un pilar de nuestra economía, nuestra industria y que tiene una dimensión social importantísima”, “un sector fundamental que está en transformación”... y “en el que nos jugamos muchísimo, pero estamos ante una gran oportunidad que vamos a jugar”. Hereu está convencido de que “vamos a ganar y no a perder valor añadido” y de que podemos hacer un proceso donde “reindustrialización y sostenibilidad van de la mano”.

Con el Plan España Auto 2030 (ver documento adjunto), Sánchez quiere impulsar un “coche eléctrico español y económico” y ha señalado que sabe que comprarlo resulta más caro (por eso se darán nuevas ayudas a la compra), pero supone “un ahorro en mantenimiento y recarga”. El plan tiene 25 medidas prioritarias agrupadas en tres grandes ejes -industria, mercado e innovación- y define un marco estable para impulsar inversiones, modernizar la producción y facilitar que España mantenga su posición en el sector y se impulse su valor añadido desde los 85.000 millones actuales a 120.000 millones en una década. Entre las medidas, además de las ayudas citadas, se apuesta por mayor agilidad en su concesión y simplificación administrativa, así como por analizar la oportunidad y viabilidad de acometer nuevas medidas y reformas en el marco de la fiscalidad que fomenten la adopción del vehículo electrificado (concepto que agrupa a los 100% eléctricos y a los híbridos enchufables).

Josep María Recasens, presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) y que trabaja en el grupo Renault (es su responsable en Iberia -España y Portugal-, así como director de Estrategia, Gestión de Productos y Programas del grupo y director de Operaciones de la división Ampere -dedicada a coche eléctrico y software-), ha señalado que el plan “es una oportunidad país que necesitamos de forma inmediata para no perder el liderazgo del sector del automóvil en Europa, preparándonos para la transformación tecnológica de nuestra industria. El futuro no se espera, se construye, y este Plan es la herramienta para hacerlo realidad. El desafío no es vender hoy, es garantizar que tengamos fábricas mañana. España tiene que decidir si quiere ser un hub industrial o simplemente un mercado donde se vendan vehículos”. “La movilidad eléctrica y conectada no es una amenaza, sino la mayor oportunidad que hemos tenido en décadas. El Plan incluye propuestas de medidas que harían más competitiva nuestra industria en toda la cadena de valor, desde los recursos mineros pasando por los fabricantes de componentes y de vehículos hasta llegar al mercado y la demanda”, ha añadido.