Sobran dedos de la mano para contar las salidas a Bolsa en lo que llevamos de año, un año en el que el Ibex 35 ha superado el nivel de los 15.000 puntos, que no veía desde 2007.
¿Se producirá alguna en los próximos meses? Parece difícil. Los inversores aun digieren los nuevos estrenos que, en su mayoría, cotizan por debajo del precio con el que debutaron.
El primero, el del pasado 13 de febrero, fue el de HotelBeds (HBX), compañía de servicios tecnológicos para el turismo, que después de mantener una buena racha, en los primeros meses, ha tropezado tras publicar, en julio, rebaja de previsiones durante la presentación de resultados. En lo que va de año, se deja un 28% desde los 11,50 euros de su estreno. Hoy cotiza en los 7,92.
Cuatro meses después, el 9 de julio, pisaba el parqué, tras enésimas intentonas frustradas, Cirsa, multinacional líder del juego en España. En su corta vida bursátil recupera algo más de un 2% y también su precio de salida, es decir, los 15 euros, tras tocar mínimos el 1 de agosto en los 14,10.
Lo último sobre esta compañía, controlada por el fondo Blackstone, es que Morgan Stanley ha recortado su participación del 3,450% al 2,755%. El banco de inversión ha hecho caja, un mes después de entrar en el capital de Cirsa coincidiendo, prescisamente, con su salida a Bolsa.
Empresas como Tendam (Cortefiel, Springfield, Women'secret o Pedro del Hierro); Restaurant Brands Iberia (dueño de Burger King), grupo de restauración cuyo estreno se esperaba para finales de 2024; o la aerolínea española Volotea, siempre figuran en las quinielas como candidatas para pisar el parqué
Si echamos un vistazo a 2024, fueron tres los estrenos: Puig, Inmocemento y Cox.
El peor balance es para el grupo catalán de perfumes, moda y belleza porque se deja, en lo que llevamos de año, un 12%. Desde su estreno, un 34%. Hoy cotiza en los 17,5 euros desde los 28,4 iniciales.
A Puig siempre le ha pesado el comportamiento negativo que experimentan los gigantes del lujo como LVMH o Kering, un sector en el que, de momento, no se puede incluir a la catalana.
Y si la salida de Puig se produjo el 3 de mayo de 2024, hubo que esperar más de cinco meses para que diera el salto al parqué Inmocemento, escisión de FCC que concentra el negocio inmobiliario y de cemento.
Mucho menos relumbrón, prácticamente ninguna expectación ese 12 de noviembre, después de pisar el parqué a 4,25 euros por acción, y cerrar sesión en los 3,83. Ahora sus títulos valen 3,58 euros. Desde entonces, se deja un 6,40%. Eso sí, en lo que llevamos de año sube un 17%.
Sólo tres días después de la salida a bolsa de Inmocemento se produjo la de Cox que comenzó a cotizar el 15 de noviembre. El grupo de infraestructuras energéticas y tratamiento de aguas debutó a 10,23 euros por acción, y cerró sesión en los 9,50. Hoy cotiza en los 10,80, es decir, que se revaloriza, desde entonces, cerca de un 14%.
En resumen, Cox (2024) y Cirsa (2025), son las compañías que le dan cierta alegría a los inversores.
Y la pregunta es: ¿cómo, con los mercados en máximos, como es el caso del Ibex, hay esta sequía de salidas a Bolsa?
“Este fenómeno no es exclusivo de la bolsa española, sino que responde a una tendencia generalizada en los mercados de valores globales que, no obstante, y con matices es más pronunciado en mercados como el español”, explica Antonio Castelo, analista de iBroker.
Este fenómeno es más acusado en Europa, frente al mercado estadounidense, donde, no obstante, la actividad de OPV también se ha ralentizado drásticamente, con el mercado de fusiones y adquisiciones absorbiendo a muchas empresas que de otro modo habrían salido a bolsa
El experto apunta a una suma de factores: Incertidumbre en los mercados de valores, que han estado bajo la presión de la inflación, los movimientos de los tipos de interés (primero en un proceso de subida y ahora en uno de bajada, que todavía no se ha consumado) y la situación geopolítica; abundancia de capital privado que ofrecen a las empresas financiación para su expansión sin necesidad de pasar por la costosa y exigente regulación de un mercado público, especialmente el europeo; baja confianza del inversor minorista cuya participación en las OPV ha disminuido, mientras su aversión al riesgo se ha incrementado.
Este fenómeno es más acusado en Europa, frente al mercado estadounidense, donde, no obstante, “la actividad de OPV también se ha ralentizado drásticamente, con el mercado de fusiones y adquisiciones absorbiendo a muchas empresas que de otro modo habrían salido a bolsa”, señala Castelo.
“En España y Europa, la situación es más acuciante por factores adicionales”, comenta. Por un lado, el tamaño y fragmentación del mercado: “la Bolsa de Madrid y el Mercado Continuo tienen un tamaño menor y menor liquidez que los gigantes estadounidenses. Esto hace que el impacto de la falta de nuevas incorporaciones sea más visible”. A esto hay que sumar que la cultura empresarial, en nuestro país y en gran parte de Europa, “tiene una tradición más arraigada de empresas familiares que prefieren mantener el control y no abrir su capital a inversores en general”.
Y, por último, el marco regulatorio, porque, y a pesar de que la regulación busca proteger al inversor, “el proceso de salida a bolsa en Europa puede ser percibido como más complejo y oneroso para muchas empresas”.
Solo hay que recordar lo que le ocurrió a Puig cuando presentó resultados del primer semestre de 2024, afectados por los costes de la salida a Bolsa que llevó a su beneficio neto a desplomarse un 27%.
España, y gran parte de Europa, tiene una tradición más arraigada de empresas familiares que prefieren mantener el control y no abrir su capital a inversores en general
Recientemente, y con el objetivo de revitalizar el mercado, la CNMV junto a Bolsas y Mercados Españoles (BME) han presentado una nueva modalidad de salidas a bolsa denominada "BME Easy Access", que permitirá, entre otras cosas, a las empresas empezar a cotizar sin la exigencia de obtener una distribución mínima de acciones o "free float" previa.
“Lo que se pretende”, explica BME, “es que el proceso de salida a bolsa quede separado de las circunstancias macroeconómicas y de liquidez de los mercados, lo que favorecerá la planificación de las empresas y evitará el riesgo de que circunstancias ajenas a la compañía frustren la operación”.
Veremos si esto anima a empresas como Tendam (dueña de las marcas textiles Cortefiel, Springfield, Women'secret o Pedro del Hierro... que estaba controlada por los fondos CVC y PAI Partners, y en donde recientemente ha entrado el grupo emiratí Multiply… y ha tomado el control, al hacerse con una participación mayoritaria del 67,91% del capital), que siempre figura en las quinielas como candidata para pisar el parqué, igual que Restaurant Brands Iberia, grupo de restauración que es propietario de la cadena de hamburgueserías Burger King y cuyo estreno se esperaba para finales de 2024, o la aerolínea española Volotea, cuyo CEO, Carlos Muñoz, explicó, en mayo pasado, que los aranceles de Trump “complicaban” la operación.