(Oído en radio, visto en TV) Juan Carlos Girauta-Vox (COPE): "Cargarse un estado tan antiguo como España no lo va a hacer nadie, pero este mindundi (Sánchez) menos"

En la COPE, el número 3 de Vox en las lecciones al Parlamento europeo, Juan Carlos Girauta, ha dicho: "Ahora dice, en la ley (de amnistía) cómo tiene que interpretarse el delito de terrorismo por parte de los tribunales europeos. Este hombre se ha vuelto loco. Dice que en la amnistía no cabe el terrorismo, eso sí: el terrorismo es lo que yo digo, no lo que dice el código penal ni lo que dice la directiva Europa sobre terrorismo, ni lo que dice lo tratado internacionales sobre terrorismo. Como no sabe nada, no sabe que los tratados están por encima y no sabe que lo que hay en el código penal es una trasposición de la directiva europea. Tú no puedes modelar a tu antojo la ley. Y esto tiene un fin. Sánchez lo puede hacer, lo va haciendo, va construyendo su autocracia, pero se va a encontrar on un muro al final. Yo en eso quiero ser muy claro. El fatalismo típico de nuestro país conduce a la opinión pública a pensar que no hay nada que hacer. "Cargarse un estado tan antiguo como España no lo va a hacer nadie, pero este mindundi menos".

En Onda Cero, Marta García Aller reflexionaba: "Lo más parecido a una novedad en su discurso cuando ayer apareció Puigdemont a decir que se presentaba a las elecciones catalanas, era su corte de pelo. Todo lo demás era muy 2017. Parece un remake. Los mismos mensajes de siempre en boca del mismo de siempre. Puigdemont promete volver al Palau de la Generalitat para acabar el trabajo. Y no se refiere precisamente a la reconciliación. Se refiere a volver a culminar la independencia que fracasó en el 17. Mientras tanto, en Moncloa, aseguran tenerlo todo bajo control. Esta peli ya la hemos visto.

Hay que tener cuidado con los remakes. Los hay que son un auténtico desastre. Como el de Cazafantasmas, el de Psicosis o el de Ben Hur. Sí, de Ben-Hur también se hizo un remake y no funcionó. El cine está lleno de experimentos fallidos de este tipo. También la política". (...) "Hay veces, no muchas pero hay, que un remake da en el clavo. Mira Dune. Pero para que un remake tenga éxito tiene que llegar con la mezcla adecuada de nostalgia por el original y la novedad adaptada a los tiempos que corren. Y está por ver si este que intenta Puigdemont que se estrena el 12 de mayo es uno de esos remakes que se desinfla al llegar a taquilla, a las urnas, o si revive el vínculo con sus fans. A veces los remakes fracasan por más promoción que se les haga, incluso con un reparto envidiable. El reparto de este se parece tanto al anterior que a lo mejor más que un remake es una segunda parte. Puigdemont, el retorno".

En la SER, José Luis Sastre afirmaba: "Puigdemont será el candidato de Junts, pero en verdad no quiere serlo. Puigdemont, que habló de restituir la presidencia como si esta de ahora no la hubiera votado nadie, quiere ser el candidato único del independentismo. Más que la elección, lo que busca es la aclamación: que haya dos bloques. Así que más que hacer un anuncio de algo que ya sabíamos todos, ayer le hizo el anuncio a Esquerra: le anunció que es campaña, como si ellos no lo supieran, y que ellos, los republicanos, son su rival de verdad. Entre toda la campaña que había en el discurso de Puigdemont de ayer, había un golpe de realidad. “Ya me lo perdonaréis los compañeros de mi partido”, dijo, “pero ni Esquerra ni Junts, yendo por separado, hemos podido convertirnos en el primer grupo parlamentario después de las últimas elecciones”. Y esa es la realidad, la matemática: Junts fue el quinto partido más votado en Cataluña en las generales. Votó más gente al PP. En mayo, Junts será el tercero según el CIS catalán de ayer, que pronostica que ganará el PSC. Pero ahí está él, Puigdemont, en el centro de un escenario del que estuvo a punto de caer, estirando un procés del que habla sobre todo él y aprovechando, eso sí, el protagonismo que ha sacado de ese quinto puesto: esas negociaciones con el Gobierno en el extranjero y la amnistía. Estoy aquí para acabar el trabajo, dijo quien prometió que volvería y no volvió, quien prometió la independencia y la suspendió unos pocos segundos después. Ahí está, de nuevo en pleno 2017, dispuesto a prometer de nuevo.

En RNE, Juan Lobato, secretario general del PSOE, ha dicho: "Las elecciones servirán para ver hasta qué punto los catalanes quieren abrir con contundencia una nueva etapa".

"Le pediría al independentismo que haga un esfuerzo de reconocimiento de la generosidad del PSOE [...] Empezando por no faltarnos al respeto".

"Cuando Díaz Ayuso dio explicaciones, mintió. Y por eso le pedí que dimitiera. Madrid no puede tener una presidenta que mienta a los ciudadanos".

En Onda Cero, Carlos Alsina comentaba: "Él ha llevado al PSOE por donde ha querido hasta consumar una amnistía, Junqueras se comió cuatro años de prisión y aún tuvo que dar las gracias por el indulto. ¿Quién es el listo? A esto se reduce, de momento, la campaña recién estrenada del mitinero Puigdemont. A humillar a Esquerra, a exhibirse como el tipo que lleva del ronzal a Sánchez y a anunciar que hará fichajes de la sociedad civil catalana para dar a Junts la pátina de proyecto amplio que hoy, burbujita, no tiene.

Qué te digo yo, cantautores nuevos que sustituyan a Lluis Llach y Ponsatíes nuevas que sustituyan a Clara la escocesa. Y a presumir de no haber renunciado a la vía unilateral, en contra de lo que sostuvo el PSOE, de no haber aceptado la Constitución, en contra de lo que sostiene el PSOE, de no haber garantizado la estabilidad de la legislatura, en contra de lo que quiso creer el PSOE, y de no haber pedido perdón por nada".

En la COPE, Carlos Herrera opinaba: "Ayer el Performance Puigdemont resucitado. No estaba listo de papeles, pero Sánchez lo ha resucitado porque lo necesitaba para ser presidente y ahora Puigdemont necesita a Sánchez para ser también el presidente. Eso sí, amenaza con un procés 2.0".

"Eso que es una reedición del procés del 2017, que, llegado el caso, puede ser peor, porque como todas las versiones mejoradas ya saben en lo que fallaron y además el Estado ya se ha encargado. Pedro Sánchez de desarmarlo y se sienten impunes. No han tenido castigo. Y oiga, si la vuelven a liar ya hubo alguna precedente de amnistía para que se la vuelvan a aplicar". (...)

"Puigdemont puede hacer caer a Sánchez porque lo fundamental que le podía dar Sánchez, que era la impunidad judicial, ya la tendrá. Va a haber, evidentemente algún que otro retraso, pero antes o después saldrá si los tribunales no dicen lo contrario".

En la SER, Ignacio Peyró apuntaba: "Por fin -dirán algunos- se parece al español común, que es mucho más probable que tenga un bar a que sea cualquiera de las cosas que, en sus sucesivas reencarnaciones, ha sido hasta ahora Pablo Iglesias: gurú ideológico, líder revolucionario o vicepresidente del Gobierno. Ya solo le falta -se maliciarán otros- quejarse de los impuestos o de las cotizaciones.

Por nuestra parte, solo podemos aplaudir que, después de muchos años impulsando la creación de empleo desde la tribuna, haya tomado la decisión de crearlo él mismo desde -benditas sean las barras- una barra de bar. El socialismo español nació en la taberna Casa Labra y el líder de Podemos, alejado de la política con desengaño barroco, sepulta su proyecto en la Taberna Garibaldi. Hay quien cree que es un homenaje involuntario a ese eslogan de Ayuso de la libertad y las cañas. Nosotros, respetuosos con todo óbito, solo podemos señalar que no deja de ser hermoso que las cosas terminen en un bar".