Llega la Navidad, una época esperada por muchos, y poco deseada por otros. El invierno es largo, frío, y las Navidades no siempre son fáciles para todas las personas. Es la época en la que muchas ocasiones nos acordamos de quienes nos faltan, nos hace pasar más penurias económicas, o bien se trata de unos días que suponen mucho estrés de compras, trabajo, reuniones sociales y familiares, que no siempre apetecen, y a los que habría que sumar el ‘estrés’ de la pandemia y del alza de los contagios de COVID-19.

“La depresión, el estrés, o la ansiedad pueden empeorar durante el invierno pero todavía más en la Navidad. Muchas personas no disfrutan de estos días o, incluso, los anticipan y temen. Para algunos es la época más complicada del año, y son varios los factores que influyen en ello; la mayor parte de las personas que se encuentran mal en estas fechas lo atribuyen a la falta de personas queridas y significativas para ellos. Otros elementos conflictivos son las enfermedades coexistentes y los desencuentros familiares o relacionales”, advierte en este sentido la psiquiatra del Hospital Quirónsalud Madrid Elena Sanz Rivas.

La doctora Sanz Rivas llama la atención sobre la depresión del invierno, una depresión estacional caracterizada por un estado anímico bajo

Por su parte, la psicóloga clínica del Centro Médico Teknon de Barcelona María Antonia Güell Roviralta señala que hay multitud de circunstancias personales, ya sea por la pérdida de un ser querido, por la situación económica, fruto de la pandemia, o bien consecuencia de una enfermedad, que pueden hacer que la Navidad no se perciba como una época de regalos, de felicidad, y de amor.

“Si este año estamos pasando por un momento complicado debemos recordar que todo pasa, lo bueno y lo malo. Asimismo, si no se quiere celebrar la Navidad es importante pensar que no es obligatorio y, por tanto, se pueden dejar pasar. En el caso de que se desee realizar un esfuerzo y reunirse con otras personas, esto puede aportar beneficios, como distraerse y aliviarse. Quién sabe, a lo mejor resulta que te necesitan más que tú a ellos", apunta la especialista de Quirónsalud.

A su vez, Nuria Javaloyes, psicóloga clínica del Hospital Quirónsalud Torrevieja indica que el cambio de estación, el paso del otoño al invierno, coincide con la Navidad que, aunque parezca una época muy feliz, no lo es para todos, e incluso puede generar ansiedad y estrés, entre otros problemas de salud.

“La rutina, los horarios, el clima, y el ambiente se trastocan durante las Navidades, provocando un desorden de la existencia. Todo ello puede originar cansancio, depresión, insomnio y dolores de cabeza, de estómago, así como musculares; todos ellos provocados por las obligaciones que queremos cumplir en estas fechas”, reconoce la especialista.

A esto se añade en su opinión una multitud de tareas y de responsabilidades, que incluso son autoimpuestas y dan vueltas en la cabeza continuamente durante esta época, que van desde comprar regalos hasta visitar a todos los familiares y amigos; todo ello sin pensar en cómo nos hace sentir, solo por agradar a los demás.

La rutina, los horarios, el clima, y el ambiente se trastocan durante las Navidades, provocando un desorden de la existencia.

Por eso, Nuria Javaloyes Bernacer,  detalla que este cúmulo de responsabilidades, que no tenemos el resto del año, nos puede llevar al desgaste emocional y físico, si no nos organizamos bien y nos dejamos llevar por la presión y las prisas de última hora.

¿A quién afecta el estrés navideño?

En opinión de Javaloyes el estrés afecta “muy especialmente”, a personas muy autoexigentes y perfeccionistas, que además se implican demasiado e intentan agradar por encima de todo, para añadir que este tipo de personas tienden a atender a las necesidades de todo el mundo de manera perfecta y controladora, y se olvidan de atender las propias, incluso las básicas. “También tienden a resentirse cuando los demás no se comportan de la misma forma hacia ellas, aunque nunca lo expresen abiertamente, la insatisfacción va por dentro", añade.

Como consecuencia de este estrés las expertas de Quirónsalud alertan de que pueden aparecer secuelas como: Hipertensión, enfermedades coronarias y otros problemas cardiovasculares; gastritis, úlceras y otras enfermedades de tipo digestivo y disminución de las defensas del organismo

Por eso, para evitar el estrés asociado a las fiestas de Navidad, recomiendan priorizar las tareas, intentando reducir aquellas que no son necesarias y que generan gran desgaste. Y, respecto a las compras navideñas, lo más aconsejable en su opinión es fijar un presupuesto, así como organizarse para evitar dejar todo para última hora, un aspecto que previsiblemente podría desencadenar ansiedad.

El estrés afecta “muy especialmente”, a personas muy autoexigentes y perfeccionistas, que además se implican demasiado

La depresión del invierno

En última instancia, la doctora Sanz Rivas llama la atención sobre la depresión del invierno, una depresión estacional caracterizada por un estado anímico bajo, y que puede agravarse debido a la disminución de horas de luz. De hecho, remarca que durante el invierno los episodios causados por la depresión y por la ansiedad son más frecuentes.

“No obstante, que haya menos horas de luz durante el día también puede afectar a personas sin patologías previas. La reducción de las horas de luz baja el ánimo. Menos horas de luz se asocia a la sintomatología depresiva", agrega la psiquiatra.

Con todo ello, subraya que hay que poner especial atención en los ancianos, quienes pueden padecer otras dolencias asociadas al frío: "El dolor suele ir asociado a una disminución del estado de ánimo porque les complica su día a día".