Sr. Director:

Quiero comenzar este escrito advirtiendo que yo no soy profeta, refiero únicamente cosas que he vivido. “La pandemia y la sociedad actual” fue un escrito que redacté el día 2-7, lo cual hice, puede ser que me engañara, pensando que era una inspiración. Lo que está claro y todo el mundo lo puede ver, que la pandemia no cesa, pero la Jerarquía Católica parece que no se entera de cual es la causa. Igualmente es de una claridad meridiana la gravísima crisis por la cual atraviesa la Santa Iglesia Católica, situación que no se puede prolongar por mucho tiempo. Insisto en que no soy profeta, pero pudiera ser que cuando falte el actual Pontífice Francisco, se produzca un enfrentamiento dentro de la propia Iglesia. No olvidemos que el Espíritu Santo es el que ilumina y dirige a la Iglesia,. Y de ese enfrentamiento saldrá rejuvenecida y triunfante la Iglesia que Cristo fundó, para instaurar su Reino en el mundo y salvar a las almas de la separación de Dios que el pecado había provocado. Confiemos en el poder de Dios, el cual no se puede equivocar y estemos preparados para el sufrimiento que esta batalla espiritual producirá, que será, indudablemente, para mayor Gloria de Dios y salvación de las almas.