Sr. Director:
Ha fracaso nuestro sistema educativo si creamos unos jóvenes inseguros, flojos, sin virtudes. Es una dificultad habitual comprobar que muchachos que hicieron el bachillerato brillantemente, sean unos inútiles en primero de carrera, simplemente porque la máxima de muchos colegios es “tienen que aprobar la selectividad…”. Les han puesto innumerables examencitos a lo largo del año, perfectamente anunciados, y luego se encuentran con que en la facultad todo va al final, y mientras tanto no dan ni golpe. Mal educados.
Y así resulta que ante las cosas más importantes de la vida hay muchos que tardan años para decidirse, o simplemente no se deciden nunca. No se casan, porque es una decisión muy grave y arriesgada. Y mientras prefieren jugar con ellas o con ellos. No son capaces de decisiones definitivas, porque les da mucho miedo. Así que me parece que al final ante las decisiones vemos niñatos inútiles, muchas veces por culpa del sistema, pero sobre todo culpa del capricho hedonista al que les han acostumbrado.
Lo demás, el riesgo, el compromiso, el futuro, la perspectiva de fracaso, la prudencia, etc, pues sí, pero es más de lo mismo.
JD Mez