Sr. Director:
En pleno proceso de superación de la pandemia, el compromiso para el cuidado del medioambiente sigue siendo una prioridad para muchas empresas. La industria de la energía es uno de los sectores que lidera esta transición energética hacia modelos más sostenibles.
Los acontecimientos vividos en estos cuatro últimos meses han sido una preparación para nuestro futuro más cercano, una prueba irrefutable de que nos tendremos que enfrentar a nuevos desafíos para seguir creciendo. El confinamiento, las limitaciones de movilidad, el distanciamiento social y las medidas de protección sanitarias han sido parte de nuestro día a día, provocando un cambio sin precedentes en el comportamiento de la población.
No obstante, y a pesar de que la situación ha paralizado una gran parte de la actividad productiva, ha sido necesario que determinados colectivos se hayan mantenido al margen de este parón para mantener y garantizar los servicios básicos. Los productores locales, las empresas de alimentación, distribuidores, telecomunicaciones y compañías energéticas, entre otras, han puesto de manifiesto un nivel excelente de responsabilidad social, ofreciendo servicios indispensables para el ciudadano.
En pleno proceso de restablecimiento de la “nueva normalidad”, la hoja de ruta exige de un férreo control sanitario para evitar un rebrote y un enorme despliegue para volver a activar la economía lo antes posible en todas sus formas. Pero los retos actuales también son de índole social, cultural, de ocio y medioambiental.