Sr. Director:
La experiencia demuestra que el problema con la cogobernanza no está en la organización territorial sino en que las estructuras descentralizadas de poder sirven de caja de resonancia a un problema anterior: la polarización ideológica. La incapacidad, la falta de voluntad siquiera por parte del gobierno de pactar la ley de educación, o las amenazas con respecto a la reforma de la justicia, otra ley que por definición debería ser ampliamente consensuada, son indicadores claros de que las ideologías se han apoderado de la patria, parafraseando el discurso del Papa Francisco a Pedro Sánchez.
Cierto que la aritmética parlamentaria no ayuda. Pero los problemas son muy serios y exigen respuesta. Los grandes partidos, comenzando por quien gobierna, deben romper con la dinámica de confrontación y demostrar sentido de Estado.