Sr. Director:

El asunto de la ley para las uniones homosexuales se está planteando de modo tremendamente equivocado. El Sr. Zapatero haría bien en seguir el criterio del exprimer ministro francés, el socialista Jospin que afirma dos cosas: que se puede manifestar uno contrario a la equiparación de las uniones homosexuales al matrimonio, sin por ello ser homófobo. Segundo que la unión homosexual es distinta al matrimonio entre hombre y mujer, ya que esta unión está llamada a procrear, y sin procreación, los gays no tendrán pensiones.

Pero más grave es el asunto de las adopciones. La obsesión gay les lleva a reclamar el derecho a la adopción, es decir a considerar los hijos como un derecho, esto es como una mascota. Y ante eso hay que negarse con la misma o mayor rotundidad que afrente a la equiparación, porque los niños no son mascotas.

Pablo Gutiérrez Carreras

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