Sr. Director:
Irene Wiens, madre alemana de cuatro niños de entre 10 y 16 años, ha sido condenada a 43 días de prisión por no permitir a sus hijos asistir a clases de educación sexual.

 

La madre alegó que "ni el contenido de la asignatura ni su planteamiento interactivo están de acuerdo con la visión de la sexualidad que en la familia queremos enseñar a nuestros hijos".

El colegio al que asisten los pequeños imparte la asignatura a través de vídeos y con la representación de una obra de teatro en la que se presentaban escenas de sexo explícito. Desde 2006 hasta hoy se han registrado 35 sentencias contra padres alemanes que se han negado a dejar a sus hijos asistir a estas clases.

Es llamativo que en la civilizada y avanzada Alemania no se respete la libertad de educación. También allí los padres son los primeros educadores de sus hijos, algo que los jueces alemanes deberían reconocer.

Valentín Abelenda Carrillo