La leyenda literaria de Sweeney Todd data de mediados del s. XIX sin que hasta el momento se pueda dilucidar si existió realmente este sombrío personaje. La historia comienza de forma similar a la del Conde de Montecristo: un joven e ingenuo barbero es acusado falsamente de un delito que no ha cometido por un juez prevaricador. Quince años más tarde sale de prisión y pretende reunirse con su bella esposa y su hijita. Cuando se entera que la primera ha muerto y la segunda es la ahijada del juez planea su venganza y se convierte en un nuevo y temible barbero: Sweeney Todd, capaz de llevarse por delante a todo aquel que se ponga delante de su navaja. En sus macabros planes le ayuda una siniestra mujer, la Sra. Lovett, que regenta un establecimiento que vende pasteles de carne en la planta baja de la barbería…
El actor fetiche de Tim Burton, Johnny Depp, se pone al frente del reparto de este musical y demuestra que entre sus aptitudes también se encuentra la de cantar bastante bien. Porque esta historia, tan fantástica como terrorífica, cuenta con innumerables canciones que, aunque de indudable calidad, se harán algo pesadas para el espectador que no vaya preparado para ello. Con una lujosa puesta en escena (superior a la de los escenarios teatrales) Sweeney Tood es un musical muy vistoso a la par que sangriento y la demostración palpable de que Tim Burton es capaz de acometer cualquier proyecto siempre que le guste y esté en su línea.
Para: Los que les gusten las películas de Tim Burton y asuman que ésta es un musical