La vida de estos santos demuestra la influencia que tiene la familia en el comportamiento futuro de los hijos. En este caso, se trata de una familia con profundas convicciones religiosas, cuyos tres hijos fueron santos. Frutos nació el año 642 y convenció a sus hermanos Engracia y Valentín que vendieran, a la muerte de sus padres, su rica hacienda, la dieran a los pobres y vivieran como ermitaños, a la orilla del río Duratón en tres ermitillas separadas que se construyeran ellos mismos. Así lo hicieron. Frutos, defendió con valentía a los cristianos e intentó convertir a los musulmanes. Sorprendentemente, murió de muerte natural y con fama de santo en 715. Sus dos hermanos hicieron lo mismo, pero no tuvieron tanta suerte y murieron martirizados.
La santidad de estos tres hermanos corresponde a lo que Jesús vivió en su hogar de Nazaret: "Jesús compartió, durante la mayor parte de su vida, la condición de la inmensa mayoría de los hombres: una vida cotidiana sin aparente importancia, vida de trabajo manual, vida religiosa judía sometida a la ley de Dios, vida en la comunidad. De todo este período se nos dice que Jesús estaba "sometido" a sus padres y que "progresaba en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y los hombres (Lc 2,51-52)" (Catecismo de
(Las fuentes principales, que no las únicas, de las que se han tomado los datos para redactar
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Libros: Los clásicos de siglos pasados de Santiago de
Pilar Riestra
