La Alianza Internacional Save the Children asegura que es factible reducir un 60 por ciento esta cifra mortal y escandalosa con medidas simples y nada caras, como vacunas, rehidratación oral, mosquiteras o el acceso a la atención sanitaria. Porque estos niños son víctimas de trastornos propios de los recién nacidos: neumonías y diarreas. El uso de estas sencillas medidas salvaría a más de seis de los diez millones de pequeños que mueren por causas fácilmente prevenibles o curables.
Desde el punto de vista de la madre, significa que nueve de cada diez madres en el África subsahariana -una de las zonas con mayor mortalidad infantil del planeta- perderán un hijo a lo largo de su vida fértil. Además de esta región, el continente africano y el sur de Asia son las dos grandes zonas donde los niños son más vulnerables a las enfermedades y la malnutrición.
El mapa, rojo de sangre inocente, se circunscribe a sólo diez países, entre los que se encuentran China e India, sin duda, los dos gigantes económicos del Tercer Mundo. Cruel paradoja. China e India ostentan tasas de crecimiento que podrían aventajar a las de los países occidentales más importantes en las próximas décadas. Por otra parte, la economía china crece más del 9 por ciento al año; la de India, el 8 por ciento. Los analistas predicen que la economía de China duplicará a la de Alemania para 2010 y alcanzará a Japón en 2020. Y si la India sostiene el actual crecimiento durante 50 años, igualará o superará a China.
El mundo solamente se mantiene por el aliento de los niños, afirmó Talmud.
Clemente Ferrer Roselló
clementeferrer@yahoo.es