La obligación de la paridad en los consejos de administración ha sentado muy mal a los empresarios. Cuevas ya mostró su clara oposición a la medida. Y este martes le ha tocado el turno al presidente del Instituto de Empresa Familiar (IEF), Juan Roig: Tengo cuatro hijas y ningún hijo, el asunto me afecta directamente, señala con sorna.
Y es que Roig se muestra contrario a las obligatoriedades. Y sobre todo, niega que exista discriminación, al menos formal, entre las 100 empresas del IEF. En los convenios colectivos de nuestras empresas no existe discriminación de ninguna especie. El problema, es que la cultura social hace que sea la mujer la que se encargue del cuidado de los hijos prioritariamente. Debemos de trabajar en la conciliación mediante horarios continuados y contratos a tiempo parcial, pero siempre con el concurso de la empresa.
Además, a Roig le molesta mucho el intervensionismo público en este tema. Si fuera mujer, no me sentiría cómodo con una ley que me coloca por razón de mi sexo, en lugar de por mi valía; y hay mujeres que valen mucho, como mis hijas por ejemplo. Vamos que el presidente del IEF apela a la humillación de las cuotas, esas que como recordarán- no le preocupan nada a la vicepresidenta del Gobierno, Mª Teresa Fernández de la Vega, que afirmaba a Hispanidad sentirse muy orgullosa de ser ministra de la cuota.
Por cierto, para chulos, Roig, que afirma que las empresas del IEF no necesitan códigos de buena conducta. Nosotros cumplimos perfectamente nuestras exigencias de transparencia. Tan transparente, que algunos protocolos familiares han sido inscritos en el registro mercantil que aceptará en breve el Consejo Familiar como órgano de gobierno societario cuando se trate de una empresa familiar. Y es que la familia es según Roig- un elemento clave como país y como cultura. Eso sí, afirma a hispanidad.com no tener criterio sobre la alarmante cifra de divorcios producida tras el divorcio express.