- La excusa de Draghi de que la legislación no lo permite no cuela, porque el BCE ya ha comprado deuda en otras ocasiones.
- Con la negativa de Draghi, la única posibilidad de solucionar la crisis de deuda soberana se desvanece. Cada punto de subida en el interés de la prima de riesgo (p.ej, del 5 al 6%) equivale a 50.000 millones, o sea, más que los ajustes.
- Drahi completa el bofetón y le dice a Rajoy que ha actuado de "la peor manera posible" con el rescate de Bankia.
Parece que Draghi no se ha enterado de que ayer alcanzó los 540 puntos. Y cuando se escriben estas líneas está en los también insostenibles 525 puntos. Hay que recordar que en enero de este año, el BCE compró deuda española y el riesgo país bajó a 343 puntos. Y el mismo BCE, también en enero, compró deuda italiana después de que el bono a diez años superara la barrera psicológica del 7%. Por tanto, la excusa esgrimida por Draghi de que la legislación no lo permite, no cuela.
¿Por qué no lo hace ahora otra vez? Su única respuesta al eurodiputado del PP, Pablo Zalba, que se quejaba de que "los mercados están castigando exageradamente y de manera injustificada a algunos países que son solventes y están actuando con responsabilidad y con decisiones políticas acertadas", ha sido que, debido al aumento "dramático" de la aversión al riesgo, los mercados piden ahora una "acción mucho más radical a los Gobiernos" en materia fiscal y de reformas.
Y no contento con eso, Draghi le ha dado otro bofetón a Mariano Rajoy sobre la gestión de Bankia: el Gobierno español ha actuado de "la peor manera posible" con el rescate de Bankia al "subestimar" inicialmente el problema, lo que se traducirá en un coste más alto, un error que a su juicio han cometido otros países como Bélgica con Dexia. Por lo que "se necesita una mayor centralización de la supervisión bancaria".
Y es que, con la negativa de Draghi, la única posibilidad de solucionar la crisis de deuda soberana se desvanece. Porque un bono a diez años por encima del 6% no tiene otra salida que el BCE abra la manguera, que suelte dinero y que compre deuda española o se lo dé a los bancos para comprar dinero.
El vicepresidente de la Comisión Europea, Olli Rehn, recalcó ayer que la opción de inyectar dinero en los bancos no está disponible en la actualidad, cosa que poco antes el presidente de la Comisión Europea, Durao Barroso, había asegurado. De esa forma, Olli Rhen -vicepresidente de la Comisión y responsable de Asuntos Económicos- y Mario Draghi están condenando a España al infierno griego.
Porque la situación es muy clara: si el BCE no compra deuda española, para que pueda ser más barata, estamos abocados a una rentabilidad cada vez mayor en el bono a diez años: del 6%, del 7%, del 8%. Y Draghi sabe perfectamente que un solo punto de subida de la prima de riesgo significa poner más dinero que todo lo que nos hemos ahorrado hasta ahora con los impopulares ajustes de Zapatero y de Rajoy, es decir, rebaja del sueldo a los funcionarios, subida del IRPF, etc. Porque un único punto de subida significa más de 50.000 millones de euros.
Draghi: las rigideces excesivas nunca son buenas. Y las normas están para saltárselas cuando sea necesario, o sea, en casos de emergencia. Lo contrario es abocar a los ciudadanos, a los españoles, a ajustes insoportables. Y estamos hasta las narices de sus rigideces.
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com