• Lo dijo en referencia a las ayudas públicas que le reclaman sus ministros De Guindos y Soria.
  • De Guindos necesita intervenir una entidad para otorgar ayudas públicas pero no puede intervenirlas todas sin que se dispare el coste de la reforma bancaria.
  • Y ojo, si hay intervención también habrá cese de los antiguos administradores.
  • José Manuel Soria no se atreve a cerrar las centrales termosolares preasignadas y tiene orden de no subir el recibo de la luz: el círculo cuadrado.

Es la frase favorita del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, pronunciada ante sus colaboradores y en la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos económicos.

Se trata de una declaración de principios con la que el jefe del Ejecutivo quiere decir que no favorecerá a ninguna institución privada, ni bancaria, ni energética, con dinero público

Muy loable, ciertamente, sólo que algunas la consideran de imposible cumplimiento, al menos en dos aspectos: la reforma bancaria y lo que en Hispanidad ha dado en llamar reforma energética o reducción del déficit público.

En definitiva, Rajoy ha trasmitido al ministro De Guindos que ninguna entidad bancaria debe recibir ayudas públicas salvo que sea intervenida -nacionalizada- en cuyo caso sí habrá ayudas pero también habrá ceses del equipo ejecutivo que le ha llevado a la quiebra. Para entendernos: no le debo nada a nadie por lo que no tengo que hacerle un favor a nadie.

Eso sí, Rajoy también prohíbe la conclusión lógica de su recia postura: dejar quebrar a los bancos zombies.

El segundo ministro concernido por la actitud presidencial es el titular de Industria y Energía, José Manuel Soria. Su moratoria sobre termosolar no afectó al registro de preasignaciones. Por tanto, la Triple A, es decir, a las empresas Abengoa, ACS y Acciona no les afectó en demasía, al igual que a las fotovoltaicas. Pues bien, Soria no sabe cómo reducir el déficit: no se atreve a incrementar el alcance de la moratoria ni a reducir las subvenciones ya asignadas a la fotovoltaica ni a entrar en las subvenciones al carbón. Eso implica, o bien tasas a las compañías eléctricas, o bien subida del recibo de la luz. Pero, en cualquier caso, Rajoy no les debe nada a los grandes, ni de las eléctricas ni de la energía.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com