Sr. Director:

Estamos observando que, desgraciadamente, la tensión y la dramatización anunciadas involuntariamente por Rodríguez Zapatero, están marcando la campaña y, con ello, lo que debería ser un gran debate nacional sobre nuestro futuro. El PSOE sigue intentando movilizar a la franja extrema de su electorado, y para ello genera la malhadada tensión, arremetiendo contra la Iglesia y tratando de situar al PP en la extrema derecha.

Los debates empezaron con la economía, es lógico, aunque encuentro a faltar verdadero debate, sin negar que esta debe ocupar un papel importante en la campaña, pero también es necesario debatir sobre la cuestión nacional, sobre la forma de afrontar el cáncer del terrorismo, y sobre la educación y las cuestiones de sentido, como la laicidad, la familia y la bioética. No es hora de caer en provocaciones fáciles, sino de comprobar la altura de miras y la capacidad de liderazgo de los candidatos.

Si no fuera por lo que nos jugamos está entre lo malo (falta de propuestas del PP) y lo peor (hasta donde llegará el PSOE si gana), mi idea sería no votar o hacerlo en blanco.

Sintiéndome responsable no haré ninguna de las dos, iré a votar con responsabilidad, eso sí: a partidos minoritarios o como mal menor.

Jesús Domingo Martínez

jdmbanyos115@gmail.com