Increíble. Populares y socialistas acaban de acordar este miércoles el tratamiento que deberán de dar las televisiones públicas de las contiendas electorales. Básicamente se les obliga a tener los mismos criterios que las televisiones privadas. A saber: proporcionalidad en los tiempos, etc. Increíble. De esta manera, el PP se garantiza cuota de pantalla. Y el PSOE también. ¿Y la libertad expresión? Mala suerte para la libertad de expresión.
Este atropello se produce bajo la excusa de que las televisiones privadas son licencias administrativas. De momento no se ha quejado nadie. Pero es de esperar que UTECA lamente una señora intromisión en la libertad de expresión. En caso contrario, este será sólo el primer paso de una censura creciente: primero te dicen cuánto y luego el qué. Eso sí, con el negocio garantizado. El problema es que sin una verdadera libertad de prensa, no hay un verdadero sistema democrático.
Andrés Velázquez
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