Bajo la marca paraguas de lo políticamente correcto se extiende por toda la tierra una especie de nueva conciencia, con raíces masónicas, que niega no sólo los valores espirituales sino también los naturales, exaltando y declarando lícito y bueno todo lo que pide el cuerpo.
Así, resulta que el aborto es un derecho, y hacer ostentación provocativa de conductas antinaturales -el día gay- está protegido, pero no la contraria, o sea, proclamar que lo natural es que el hombre y la mujer son tales desde su concepción hasta su muerte. Por esto último fue denunciado en España cierto medio de comunicación. Si permitimos lo que pasa hoy, mañana pueden acordar el número legal de hijos a tener, que aceptemos limitar los años de nuestra vida o en caso contrario no cobrar pensión, o cualquier otro disparate. ´
Mantengo la esperanza en un mundo mejor, porque la deriva de los políticos que con la razón de unos votos se creen legitimados para cambiar las mismas leyes de la madre Naturaleza, ha provocado en el pueblo el efecto vacuna, y vemos cómo han nacido en los últimos años agrupaciones de ciudadanos políticamente incorrectos en defensa de sus derechos: por la vida, por la educación de los hijos, defensa de la familia, de la religión en las aulas Señores gobernantes, en este tiempo de reparto de tantos derechos que no son tal, devuelvan a sus administrados el derecho a decidir sobre sí mismos y sus hijos, y ocúpense del empleo y lo demás, que falta hace.
Amparo Tos Boix