Sr. Director:

¡No se entiende! En un país donde la natalidad tiene los índices más bajos casi del planeta, se permiten apoyar estas barbaridades.

Pero a la vez también dedicarán parte de ‘nuestros' dineros a potenciar la fecundación in-vitro, que no quiere decir que lo vea mal, pero demuestra una incongruencia galopante y una afición desmesurada a fundirse nuestros aportes forzosos.

Parafraseando al señor Pizarro, en ninguna parte están mejor que en nuestro bolsillo, para solidarizarnos como y ¡con quien nos dé la real gana!

Karin Gietz

karingietz@yahoo.es