La página mexicana www.yoinfluyo.com publica un interesante artículo de Jose de J. Castellanos en él se explica pormenorizadamente el proceso de rebelión del candidato del PRD, Andrés Manuel López Obrador (AMLO).En el fondo, el esquema es muy sencillo. El candidato del Partido de Acción Nacional, Felipe Calderón gana a Obrador por la mínima, según un recuento por muestreo que, puede aportar fallos. AMLO no acepta la derrota y exige un recuento voto a voto. Era de justicia, pero resulta que el tal recuento pormenorizado ratifica el muestreo y vuelve a dar vencedor por la mínima a Felipe Calderón. La actitud de AMLO no se hace esperar, amenaza con movilizaciones y con impugnar las elecciones. Lo que llevaría a la celebración de nuevos comicios. Todo ello con el visto bueno de los observadores internacionales y que ningún partido, tampoco el PRI denuncia anomalía alguna.
En definitiva, AMLO, un populista que sólo acepta al sistema democrático como medio para llegar al poder no aceptará otro recuento que aquel que le otorgue la victoria. Días atrás decíamos que México se encontraba al borde del populismo, ahora simplemente se encuentra al borde del bolivarismo. El candidato de PRD. López Obrador continúa jugando con las palabras cuando exige un recuento voto por voto, dicho recuento ya he efectuado y ha vuelto a dar ganador, por 5 décimas, al candidato del derechista partido Acción Nacional (PAN). Incluso, Felipe Calderón ha tenido la generosa idea de proponer un gobierno de unidad nacional, idea además bastante lógica si consideramos el ajustado resultado electoral. Pues es igual, AMLO forma parte del populismo demagógico iberoamericano muy próximo a los presupuestos del Nuevo Orden Mundial (NOM): le apoyan los abortistas, homosexuales y partidarios del laicismo más agresivo. Y el NOM sólo acepta la democracia cuando los resultados electorales le son propicios. Así que AMLO está poniendo en berlina el prestigio de México en el mundo impugnando los comicios y amenazando con movilizaciones callejeras. No es casual que haya sido Hugo Chávez quién se haya apresurado a poner en solfa las elecciones mexicanas en apoyo de AMLO y por cierto comienzan a darse sospechosas similitudes entre el caudillo venezolano y López Obrador. Ente los seguidores del PRD empiezan a vivirse ejemplos del matonismo muy similares al espíritu de las células bolivarianas que tan útiles le han resultado a Chávez para mantenerse en el poder.