La filial de Mediaplanning bloquea la generalización del pago de derechos de autor a periodistas

El Ministerio de Fomento ha contratado a la empresa Acceso -filial de Havas-Mediaplanning- para que realice su clipping o resumen de prensa. Bueno es que quienes contratan con el Ministerio tengan una situación normal.

No es el caso de Acceso, refundada el 26 de septiembre del año 2.000, para la prestación de servicios de seguimiento y análisis de contenidos informativos así como soluciones para Internet, objeto al que, en 2006, se añadió la explotación de derechos de autor y propiedad intelectual.

En 2007 la facturación se elevó a 9,75 millones de euros, y las pérdidas fueron de 0,81 millones. De hecho, desde su refundación, Acceso se ha estabilizado en pérdidas medias de 1,35 millones de euros en cada uno de los siete años de funcionamiento.

La actividad de la empresa en este período puede resumirse así: los recursos propios han caído de 10 a 1 millón de euros, los recursos ajenos totales de 1,5 a 6,42 millones de euros y los activos totales pasan de 11,5 a 7,42 millones de euros. Entre estos activos, actualmente destaca un fondo de comercio por importe de 6,79 millones de euros y unas previsiones de recobro de impuestos por pérdidas de años anteriores de 0,68 millones.

Por tanto, el Ministerio de Fomento demuestra un espíritu aventurero y desenfadado cuando otorga su campaña para los próximos años a una empresa que ha demostrado ser inviable y con la solvencia que quiera su matriz, porque si no fuera por ésta, sus acreedores, además de los recursos propios,  deberán tratar de repartirse el fondo de comercio y las previsiones de recobro de impuestos.

Y si todos los proyectos de Media Planning son como éste, habrá que preguntarse cuáles son sus finalidades en los medios de comunicación y porqué financia a fondo perdido empresas como Acceso Group SL, que tiran los precios de su actividad y que tienen una evolución tan desastrosa (para ellos y para el sector), que pretenden explotar derechos de autor y demás de propiedad intelectual, pero que no está claro que paguen los derechos ni a los editores ni a los periodistas.

No olvidemos que Acceso, junto a Sofres, fueron las dos empresas que rompieron con el resto del sector del clippling: mientras todos pretendían -y así lo están haciendo- pagar derechos de autor a los autores, es decir, a los periodistas, la empresa de Havas y sus compañeros de Sofres optaron por pagar a los editores como la ley otorgó los derechos de autor a los autores (de vez en cuando la ley y el sentido común coinciden) ahora Sofres y Acceso no pagan ni a periodistas ni a editores. Pese a todo, las cuentas chirrían.