Ese año, un total de 11.675.000 españoles (el 25,5% de la población) estaba en riesgo de pobreza
En este sentido, la distancia entre la renta correspondiente al 20% más rico de la población y al 20% más pobre pasó de un valor de 5,3 en 2007 a otro de 6,9 al término de 2010. Tal aumento ha sido el mayor de los 27 estados de la Unión Europea.
Una pobreza más extensa porque, añadió, "la pobreza se incrementa en número de hogares y personas; más intensa porque las situaciones de privación material y la dificultad de acceso a derechos básicos se ha acrecentado; más crónica porque no hablamos de situaciones de pobreza pasajera sino de años viviendo bajo el umbral de la pobreza, incluso en personas con empleo que siguen siendo 'trabajadores pobres'". A ello se añade, en palabras del secretario general de Cáritas que "como consecuencia de estos procesos de empobrecimiento se trasluzca una sociedad más polarizada entre los que tienen y los que no tienen".
Por ejemplo, FOESSA confirma que la tasa de pobreza en España (21,8%) es una de las más elevadas de la Unión Europea y que los pobres son más pobres, al detectarse una disminución en el umbral de pobreza que pasó de 8.000 euros (2009) a 7.800 (2010).
Asimismo, se producen diferencias considerables dentro del territorio español. Por ejemplo, en el año 2010 el nivel de pobreza en Extremadura se veía superado por el de Navarra en más de treinta puntos porcentuales (38,2% y 7,3%, respectivamente).
Además, se ha producido un incremento de la exclusión social -riesgo de pobreza-, ya que en 2010 afectaba a 11.675.000 personas, es decir, la cuarta parte de la población (25,5%).
Este aumento de la precariedad se ve confirmado también por el incremento de personas atendidas por los servicios de Acogida de Cáritas, que pasaron de 400.000 en 2007 a 950.000 en 2010.
En el análisis de FOESSA se indica que la evolución de la renta media de la población española ha descendido en un 4%, aunque si comparamos la evolución de la renta por persona con la del índice de precios, esta caída, en términos reales, está cerca del un 9% entre 2007 y 2010.
Otro indicador muy representativo de las carencias de los hogares que se abordan en la publicación se refiere a su pérdida de bienestar durante la crisis y que se evalúa en función de la dificultad declarada por el 30% de los hogares españoles para llegar a fin de mes en 2010. Otro indicador en ese mismo sentido es el dato de que, a finales de 2010, cerca de un 41% de los hogares españoles manifestaban su incapacidad para hacer frente a los gastos imprevistos.
Respecto a la situación del acceso a la vivienda, el informe señala que a pesar del importante auge de la construcción de los últimos años no se ha facilitado en igual ritmo el acceso a la misma. Y a pesar de que el precio de la vivienda en España intensificó la caída en el tercer trimestre de 2011, el acceso a este derecho supone todavía un importante esfuerzo para las familias, al que tiene que dedicar un 36,1% de sus ingresos.
Un indicador que ilustra muy bien la evolución de este derecho en España es el número de sentencias de ejecuciones hipotecarias, que en 2010 fueron casi 100.000 y multiplicaron por cuatro los registrados en 2007.
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com
Recientemente Cáritas presentó una publicación de la Fundación FOESSA bajo el título 'Exclusión y Desarrollo Social en España. Análisis y Perspectivas 2012'. En ese informe, según explicó el secretario general de Cáritas, Sebastián Mora, se confirma "una pobreza más extensa, más intensa, más crónica y una convivencia que se asienta cada vez más en una sociedad dual".
En este sentido, la distancia entre la renta correspondiente al 20% más rico de la población y al 20% más pobre pasó de un valor de 5,3 en 2007 a otro de 6,9 al término de 2010. Tal aumento ha sido el mayor de los 27 estados de la Unión Europea.
Una pobreza más extensa porque, añadió, "la pobreza se incrementa en número de hogares y personas; más intensa porque las situaciones de privación material y la dificultad de acceso a derechos básicos se ha acrecentado; más crónica porque no hablamos de situaciones de pobreza pasajera sino de años viviendo bajo el umbral de la pobreza, incluso en personas con empleo que siguen siendo 'trabajadores pobres'". A ello se añade, en palabras del secretario general de Cáritas que "como consecuencia de estos procesos de empobrecimiento se trasluzca una sociedad más polarizada entre los que tienen y los que no tienen".
Por ejemplo, FOESSA confirma que la tasa de pobreza en España (21,8%) es una de las más elevadas de la Unión Europea y que los pobres son más pobres, al detectarse una disminución en el umbral de pobreza que pasó de 8.000 euros (2009) a 7.800 (2010).
Asimismo, se producen diferencias considerables dentro del territorio español. Por ejemplo, en el año 2010 el nivel de pobreza en Extremadura se veía superado por el de Navarra en más de treinta puntos porcentuales (38,2% y 7,3%, respectivamente).
Además, se ha producido un incremento de la exclusión social -riesgo de pobreza-, ya que en 2010 afectaba a 11.675.000 personas, es decir, la cuarta parte de la población (25,5%).
Este aumento de la precariedad se ve confirmado también por el incremento de personas atendidas por los servicios de Acogida de Cáritas, que pasaron de 400.000 en 2007 a 950.000 en 2010.
En el análisis de FOESSA se indica que la evolución de la renta media de la población española ha descendido en un 4%, aunque si comparamos la evolución de la renta por persona con la del índice de precios, esta caída, en términos reales, está cerca del un 9% entre 2007 y 2010.
Otro indicador muy representativo de las carencias de los hogares que se abordan en la publicación se refiere a su pérdida de bienestar durante la crisis y que se evalúa en función de la dificultad declarada por el 30% de los hogares españoles para llegar a fin de mes en 2010. Otro indicador en ese mismo sentido es el dato de que, a finales de 2010, cerca de un 41% de los hogares españoles manifestaban su incapacidad para hacer frente a los gastos imprevistos.
Respecto a la situación del acceso a la vivienda, el informe señala que a pesar del importante auge de la construcción de los últimos años no se ha facilitado en igual ritmo el acceso a la misma. Y a pesar de que el precio de la vivienda en España intensificó la caída en el tercer trimestre de 2011, el acceso a este derecho supone todavía un importante esfuerzo para las familias, al que tiene que dedicar un 36,1% de sus ingresos.
Un indicador que ilustra muy bien la evolución de este derecho en España es el número de sentencias de ejecuciones hipotecarias, que en 2010 fueron casi 100.000 y multiplicaron por cuatro los registrados en 2007.
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com